El 11 de agosto de 2017, el Boletín Oficial de Castilla y León publicó el reconocimiento administrativo por el que se concedía a Las Merindades este reconocimiento, sumándose de este modo a las otros dos existentes en la Comunidad, otorgados a las poblaciones de Portillo (Valladolid) y Jiménez de Jamuz (León).

Las referencias históricas sobre la estrecha relación de la comarca de Las Merindades y la artesanía se remontan al siglo XVII y queda acreditada por oficios como los curtidores de Medina de Pomar, que alcanzaron fama como boteros, zapateros en Frías, o alfareros en Momediano.

También destacan otros oficios como el de tejeros, en la localidad de Montejo de San Miguel; herreros, especialmente en el Valle de Mena, la Merindad de Montija y Orduente, y los canteros del Valle de Tobalina y Leciñana.

La Zona de Interés Artesanal se otorga a municipios o áreas geográficas que destacan por su tradición en el sector, con el objetivo de promocionar esta actividad y representando una ventaja para las empresas y profesionales allí asentados, puesto que, entre otras cuestiones, disponen de un trato preferente en las ayudas de la Dirección General de Comercio y Consumo.

La Consejería de Economía y Hacienda aprobó la concesión de la distinción a Las Merindades a petición de los ayuntamientos y juntas vecinales de Berberana, Espinosa de los Monteros, Medina de Pomar, Merindad de Sotoscueva, Merindad de Valdeporres, Traslaloma, Trespaderne y Valle de Mena, en colaboración con la Asociación Centro de Desarrollo Rural Merindades.

El Registro Artesano de Castilla y León, creado y gestionado desde 2006 por la Dirección General de Comercio y Consumo, cerró 2017 con 3.229 titulares con reconocimiento administrativo en vigor.