Esta imagen, que es obra del escultor zamorano Hipólito Pérez Calvo y que representa a Jesús que implora a su Padre, es cargada por 50 cofrades que siguen el ritmo que

marcan los tambores y es llevada hasta el cementerio de San Atilano, donde tendrá lugar una ofrenda floral por los que ya no están.

Los cofrades de esta hermandad zamorana

visten túnica y capucha monacal blanca y portan un farol eléctrico entre sus brazos y llevan colgado

un escapulario con el emblema de la Cofradía y el lema Es la luz que ilumina a todos los hombres'.