Desde hace varios años, existe una normativa de Sanidad que prohíbe echar serrín al suelo en los bares por razones higiénicas. Sin embargo, esa norma apenas se aplica en Gijón, ya que decenas de sidrerías y chigres de la ciudad siguen echando virutas de madera para absorber la sidra caída al suelo al escanciar o al tirar ‘la madre’ de la sidra.

Han surgido varios sistemas para no tener que recurrir al serrín y adecuarse a la ley. Hay, entre otras cosas, escanciadores eléctricos, absorbentes artificiales, sacos de sal gorda y modernos ‘nomechisques’ (barreños que evitan que la sidra salpique), pero parece que no acaban de tener mucho éxito en las sidrerías de la ciudad. Así lo aseguran los chigreros. Para ellos, que el suelo esté lleno de serrín forma parte de la tradición, es una seña más de identidad de las sidrerías asturianas. Tal como señala el encargado de la Sidrería Aguado, «en algunos locales modernos ya no se echa, porque el suelo apenas se ensucia, pero en los chigres de siempre, aún es necesario».

Y no sólo eso, según Juan Manuel Lamelas, dueño de la sidrería Asturias, en el barrio de La Arena, la viruta de la madera tiene muchas propiedades que la hacen mejor que otros sistemas: «Se evita que la gente no resbale y se ensucie», asegura.

Juan Manuel indica que durante un tiempo dejó de usarlo, pero enseguida volvió a utilizar el serrín, porque con los demás sistemas que probaron «se manchaba todo mucho más».

Además, pese a que su precio no deja de subir (cada saco cuesta actualmente unos cuatro euros), sigue siendo el método más barato de mantener el suelo seco. Los hosteleros reconocen que hacen esto porque hasta ahora las autoridades no están aplicando la normativa.

El doble de sidra seleccionada

Todo parece indicar que éste será un gran año para la sidra de manzana seleccionada, tal como anunciaron recientemente los seis lagareros de este tipo de sidra de alta calidad que hay en la región. Habrá el doble de cantidad de esta sidra en el mercado. Si el año pasado se sacaron al mercado cerca de un millón de botellas, para la campaña de 2008 habrá aproximadamente dos millones de unidades. Este tipo de sidra se elabora con las mejores manzanas de unas 20 variedades puramente asturianas.