Saratoga ha pasado por todo para llegar aquí. La banda que formó a principios de los noventa el mítico bajista Niko del Hierro (Ñu y Barón Rojo) pasó por toda esa serie de penurias propias de quien busca abrirse paso con un proyecto innovador en el hermético campo de la música. O, al menos, hermético en aquella época.

Después de algunos cambios en la formación, de ser confundidos por un grupo exclusivo de versiones –todo por causa del disco Tributo– y algunas otras situaciones absurdas que también acompañan de un modo mucho menos épico y atractivo el mundo discográfico, Saratoga alcanzan el éxito con un álbum grabado en concierto bajo el título Tiempos de directo.

Los álbumes se suceden y la banda se consilida, logrando un sonido personal y característico que ha servido de referente para muchos grupos nacionales y latinoamericanos.

En 2004 editan El clan de la lucha, con el que vuelven a dar un giro a su estilo musical en trece canciones, entre las que se encuentran algunos de los principales éxitos de la banda. Dos años después, saldría el mismo disco a la venta en su versión en inglés.

Poco después de Tierra de lobos, y en vista de las dificultades para compaginar otros proyectos, algunos de los miembros dejan de la banda que comienza la búsqueda de una nueva formación. Esto supone un parón en el devenir del grupo, que se subsana a principios de 2007 con la formación actual y su último trabajo, VII.

* Sábado, a las 21.00 horas, en la Sala Albéniz: San Bernardo, 62. 15 euros.

Avalanch, resucitados

Muerte y vida es el título del último trabajo de los asturianos Avalanch, una de las bandas con mayor prestigio dentro de la escena heavy nacional. Y el nombre del disco es de lo más elocuente, ya que, como dice el propio Alberto Rionda, ahí está año y medio de vida –de esfuerzo, grabaciones– en el que uno siente haber cerrado un ciclo o, lo que es lo mismo, muerto un poco y resucitado.

* Hoy, a las 21.00 horas, en la Sala Albéniz: San  Bernardo, 62. Entre 18 y 20 euros.