La presidenta de la asociación, Ana Tello, ha recordado que las obras son un edificio de dos plantas y tres más de aparcamiento subterráneo que se han levantado es "un ataque a los valores paisajísticos y medioambientales de Jabalcuz como Nien de Interés Cultural".

Estas obras ya fueron paralizadas cautelarmente en 2006 ya que lo que se estaba ejecutando no se correspondía con el proyecto aprobado y la licencia concedida, entre otras cuestiones por no cumplir las condiciones de volumen y rebasar la altura de la edificación. Esta medida cautelar fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en septiembre de 2013.

En abril de 2015, la promotora de la edificación destinada a locales comerciales y aparcamiento, presentó un proyecto de legalización de las obras que consiguió el visto bueno del Ayuntamiento de Jaén, que vuelve a conceder licencia para la legalización de lo hasta entonces ejecutado.

Jesús García, miembros de la plataforma, ha indicado que, además de haber una caducidad de la licencia, "se está vulnerando el plan especial de protección que obliga a la restauración", en este caso reinterpretación ya que las construcciones originales, ocho casas para las personas usuarias de los baños de Jerez, fueron demolidas tras declararse en ruina.

Desde la Asociación se van a solicitar reuniones tanto con el Ayuntamiento como con diversas áreas de la Junta de Andalucía para intentar frenar lo que "se ha levantado a una velocidad de vértigo, incluso trabajando por las noches sin tener permiso para ello". En el caso en el que no den resultado los encuentros, la asociación se dirigirá la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo para solicitar que las obras queden paralizadas de forma inmediata.

"Las obras suponen una clara vulneración de la normativa del patrimonio histórico de Andalucía, e hipoteca la protección de un espacio que ya está seriamente amenazado por los incumplimientos", ha señalado Tello, al tiempo que ha criticado que el actual alcalde, Javier Márquez, al igual que su antecesor en el cargo, José Enrique Fernández de Moya, "no han querido mover ni un dedo" por un espacio de incalculable valor que presenta un estado de "abandono calamitoso".