Los vecinos del barrio de Somió siguen en pie de guerra contra la nueva EDAR, la depuradora de aguas del este de la ciudad. Creen que será un
grave perjuicio no sólo para su barrio, sino para toda la ciudad. Por ello, ha redactado un escrito, que harán público y repartirán en breve, para concienciar a todos los gijoneses y
posicionarles en contra de este proyecto.
Varios son los motivos que llevan al colectivo vecinal a rechazar la depuradora, que «parece ideada por nuestros
enemigos». Según
representantes del colectivo vecinal, los estudios técnicos hechos hasta el momento reconocen que con las
corrientes de agua del verano llegarán aguas residuales a las playas gijonesas y causarán «un
grave daño al turismo».
Los vecinos de Somió
sostienen, que por si fuera poco, la ampliación del Puerto del Musel, que se está llevando a cabo ahora mismo, cerrará aún más la
Bahía de Gijón. Entrerá menos
oleaje y la playa de San Lorenzo, por ejemplo, será como una balsa con altos niveles de contaminación.
Otro de los
motivos de su enfado es que la nueva
Depuradora de Aguas del Este se construirá a pocos metros de la costa. Tal como señalan los vecinos, el Plan de Ordenación del Litoral prohibe desde hace años construir nada a menos de
600 metros de la costa. «El Ayuntamiento, sin embargo, quiere montar una EDAR al lado del mar», señala un representante de los vecinos de
Somió.
Reconocen no entender el caos que se ha formado con este
caso. Si hay una zona en Gijón que aún esté limpia de
contaminación esa es Somió y «se la van a cargar instalando allí una
estación como esa», afirman.
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