La guerra al chicle cuesta al año casi 2.700 euros

Mascarlo nos vale 7 céntimos y despegarlo de las losetas, 14 céntimos. La brigada quitachicles encuentra entre 5 y 10 gomas por metro cuadrado.
El Ayuntamiento no gana para chicles. En tan sólo un mes, un equipo de operarios de Inagra despega de las calles 1.600 gomas de mascar, lo que en un año se traduce en más de 19.200 pastillas masticables adheridas al suelo de Granada.

Mientras mascar un chicle nos cuesta tan sólo siete céntimos, al Consistorio de  la ciudad le supone despegarlos 14; es decir, 2.688 euros al año, según los datos facilitados por el área municipal de Medio Ambiente.

Ante las molestias y suciedad que ocasiona la práctica de tirar la goma de mascar al suelo en lugar de a la papelera, el Ayuntamiento creó en enero de 2003 la brigada quitachicles, compuesta por cuatro personas: dos peones y dos operarios del servicio de limpieza público. La brigada, que realiza este servicio los cuatro últimos días del mes, trabaja con equipos de alta presión y rasquetas para raspar las gomas pegadas en las aceras de las principales calles y la zona comercial de la capital.

‘Guerra masticable’

¿Cómo se quitan los chicles?

Primero raspan el pavimento manualmente con una rasqueta y luego echan agua caliente a presión sobre el suelo para retirar el resto de goma que haya quedado adherido y para limpiar la mancha que deja en la loseta.

¿Cuántos hay?

Según  los datos de Medio Ambiente, entre 5 y 10 chicles por metro cuadrado, aunque el Ayuntamiento calcula que desde que se puso en marcha la brigada hasta ahora esta cifra se ha reducido un 20%.

¿Cuánto se tarda en despegarlos?

Un operario emplea unos cinco minutos para quitar por completo la goma del suelo.

Al día salen...

... 100 chicles; al mes, 400, y al año, 19.200.

Manchas:

En Granada pueden llegar a tardar en desaparecer del pavimento hasta cinco años.

Métodos para acabar con ellos

Cada ciudad ha desarrollado el suyo. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Pozuelo compró hace poco dos aparatos de última generación que funcionan con inyección de vapor de agua y un limpiador, que arrancan hasta 200 gomas por hora. En Málaga, la técnica es más rudimentaria y los operarios del servicio de limpieza municipal se tienen que conformar con espátulas de hierro. El Consistorio de Cádiz compró una máquina quitachicles después de rechazar la oferta de una empresa de los Estados Unidos con la última tecnología porque era cara.

Inmaculada Gaztelu. De San Sebastián «Creo que la brigada antichicles hace un buen trabajo en esta ciudad porque he visto muy pocos en el suelo y veo que las calles están limpias. He visitado otras que estaban menos cuidadas, como Sevilla».

Víctor Gómez. De Granada «Se nota que ahora hay menos chicles pegados que antes, pero, eso sí, los cigarrillos no desaparecen. El servicio de limpieza hace un buen trabajo, pero los fines de semana con el botellón apenas se nota».

Berta Marti. De Barcelona «Llevo unos días en Granada haciendo turismo. Parece una ciudad limpia y no he notado muchas manchas en el suelo. Lo que me ha llamado la atención es la cantidad de fachadas que están restaurando, hay muchas».

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