El norirlandés Sean Hoey, un electricista de 38 años, ha sido declarado inocente del asesinato de 29 personas, dos de ellas españolas, en el atentado de Omagh en 1998, la acción terrorista más sangrienta del conflicto de Irlanda del Norte.
El supuesto miembro del IRA Auténtico, la escisión del Ejército Republicano Irlandés (IRA) responsable de la matanza, también fue absuelto de los otros 27 cargos que pesaban sobre él, según dictaminó el juez instructor, Reginald Weir.
Después de casi doce meses de deliberaciones, el magistrado
El juez considera que las pruebas forenses presentadas por la Fiscalía durante el proceso
Los argumentos de la defensa
En sus conclusiones finales, el abogado de la defensa, Orlando Pownall, había recordado que la Fiscalía "no ha podido probar que (Hoey) fabricó todas esas bombas, en especial la de Omagh".
No obstante, la defensa logró crear dudas después de que los expertos forenses reconociesen que
El juez instructor ha afirmado que no podía estar seguro de que las fibras encontradas en el pegamento usado para confeccionar los artefactos explosivos pudiesen vincularse con el acusado.
El dolor de las víctimas
Más de nueve años después del atentado de Omagh, las familias de las víctimas continúan lamentando que aún no se hayan emitido condenas por el atentado, el más sangriento del conflicto norirlandés.
Entre los fallecidos de Omagh están el niño Fernando Blasco Baselga, de 12 años, y la monitora Rocío Abad Ramos, de 29, ambos pertenecientes a un grupo de españoles que realizaba un curso de verano en Irlanda.
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