Gracias a las musas, muchos de los grandes éxitos de la historia de la música han sido posibles, así como sus mensajes velados de amor, odio o admiración. Todas las canciones, incluso sin quererlo, llevan un nombre propio.

El piloto Fernando Alonso, por ejemplo, ha sido merecedor de Magic Alonso, escrita por el que fue su compañero de pupitre, Melendi; y Grace Kelly, 25 años después de su muerte, recibió un homenaje del libanés Mika.

El misterio rodea a la romántica Angie de los Rolling Stones, una oda a un amor perdido que compuso Keith Richards. Rumores incesantes apuntan a que la mujer de David Bowie, Angela, era la destinataria de sus lamentos. Él siempre lo negó.

De enamoramiento también hablaba Prince cuando le dedicó The most beautiful girl in the world a la bailarina y entonces su prometida Mayte García, en 1995. Se casaron en 1996 el día de San Valentín, pero el matrimonio no duró demasiado.

Otros tipos de amor

El desaparecido Kurt Cobain hizo una oda a la heroína y a sus efectos, o al menos ésa es la creencia mayoritaria, con el tema Aneurysm. Con un ánimo bien distinto, el también fallecido Antonio Flores le dijo a su hija recién nacida, en Alba: «dos cometas se convirtieron en tus ojos negros».

Los beatles. Lucy in the Sky...

Lucy in the Sky with Diamonds forma las inciales del LSD, droga que consumían sus intérpretes.

Juanes. Me enamora

El colombiano escribió este tema a su mujer, Karen, tras una crisis que casi acaba con el matrimonio.

Eric Clapton. Tears in Heaven

Mano lenta compuso esta canción cuando su hijo Conor, de cuatro años, murió de forma accidental.

N. Diamond. Sweet Caroline

La archiconocida canción de Neil Diamond habla de Caroline Kennedy, hija del ex presidente de EE UU.

Elton John. Candle in the wind

Tras despedir a Marilyn Monroe, el británico reutilizó el tema con Ryan White y Lady Di.

Mecano. Laika

Está dedicada a la perrita rusa que murió tras ser lanzada al espacio en 1957.