Según ha informado el Consistorio en una nota, esta campaña ha contado con un presupuesto de 21.750 euros y se ha desarrollado en distintas zonas de la ciudad para conseguir la mayor diversidad posible en los establecimientos adheridos a este órgano extrajudicial de conflictos entre consumidores y empresarios.

Así, de estas nuevas adhesiones 200 corresponden a nuevas empresas y 106 a otras que se encuentran ubicadas en establecimientos que ya estaban adheridos pero que cambiaron de titular y que, gracias a la actualización que se ha realizado con esta campaña, también se han incorporado.

Esta campaña, que ha superado con creces las 120 adhesiones que inicialmente estaban previstas, se ha centrado en las zonas de Nervión, Centro, calle José Laguillo, Carretera Carmona, calle Arroyo y en las inmediaciones de la Avenida de Miraflores.

Además, durante la campaña se han visitado un total de 697 establecimientos que ya se encontraban adheridos al programa para actualizar los datos de la empresa, tales como su titularidad o actividad, con el objetivo de comprobar la vigencia de los datos que mantiene la Junta Arbitral sobre dichos establecimientos y, en caso necesario, actualizarlos.

Otras de las acciones de esta campaña ha sido el reparto de folletos a la ciudadanía para explicar qué es del arbitraje de consumo y su funcionamiento. La adhesión a este programa conlleva el derecho a obtener y exponer en los establecimientos un distintivo como símbolo de garantía y de la calidad del servicio que ofrecen las empresas.

ALTERNATIVA EFECTIVA

La delegada de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, Carmen Castreño, ha valorado de forma positiva "los resultados de esta campaña que ha superado las previsiones con las que partíamos". Castreño ha destacado que "el sistema arbitral es esencial para solucionar los conflictos generados entre los consumidores y los establecimientos", al tiempo que ha recordado que es "una alternativa real y efectiva para atender problemas de consumo que se reconducen casi siempre a un problema económico en momentos en los que una demanda judicial resulta en muchos casos más costosa que el importe de la propia demanda".

Estas nuevas adhesiones se añaden a las 4.819 empresas que ya se habían unido anteriormente a este órgano extrajudicial de conflictos entre consumidores y empresarios. Además de las empresas locales, existen también otras grandes corporaciones, como es el caso de las de telefonía, que se adhirieron a nivel nacional para todas las Juntas Arbitrales de España y, en consecuencia, también se celebran audiencias sobre conflictos con ellas.

El arbitraje siempre se inicia a instancias del consumidor, el cual voluntariamente acude a este sistema para intentar resolver su problema. Es voluntario para ambas partes y si una empresa se adhiere al Sistema Arbitral entonces es obligatorio. En consecuencia, si se presenta una solicitud de arbitraje contra una empresa adherida automáticamente se resolverá el conflicto por esta vía por esta vía, que se caracteriza, además, por la gratuidad para ambas partes.

Para las empresas, adherirse significa un compromiso para resolver la controversia a través de la Junta Arbitral. Por ello, la adhesión por parte de las empresas supone un distintivo de calidad para y una imagen de mejor servicio.

El abanico de reclamaciones presentadas a la Junta Arbitral Municipal de Consumo por materia es muy variado, desde las que se refieren a problemas con empresas de telefonía hasta por la adquisición de mobiliario o de ropa como por los servicios recibidos en tintorerías, gasolineras o talleres de reparación, entre otros sectores.