Condenada a 9 años por llevar un kilo de cocaína desde Perú oculto en la vagina

  • Llevaba un total de 88 cápsulas con la droga en su cuerpo.
  • También fue detenida la encargada de recoger a la condenada.
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La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a nueve años de cárcel a Y.M.M.V., una paraguaya de 38 años que, a cambio de 2.432 euros, transportó a España desde Perú algo más de un kilo de cocaína que se introdujo en la vagina.

El fallo de la sección primera impone además una pena de diez años de prisión a M.T.T.C., una ecuatoriana de 43 años afincada en Madrid que, conocedora de la operación, se encargó de recoger a la anterior en el aeropuerto madrileño de Barajas y de su traslado a Almería, donde debían entregar la sustancia estupefaciente a una tercera persona.

El magistrado impone además por delitos contra la salud pública una multa de 350.000 euros para M.T.T.C., y otra de 300.000 para Y.M.M.V.

Los hechos

Los hechos que motivaron la condena, por los que el ministerio fiscal reclamó para ambas un total de 21 años de privación de libertad, se remontan a la madrugada del 12 de junio de 2005, cuando la mujer paraguaya llegó al aeropuerto de Barajas procedente de Perú, con las 88 cápsulas de cocaína en su cuerpo.

Al llegar al aeropuerto, ésta fue recogida por M.T.T.C. quien, se encargó de cobijar a la mujer en su domicilio -donde ésta expulsó parte de las cápsulas- para posteriormente trasladarla en compañía de sus dos hijos, uno menor, a Almería, ciudad en la que debían de materializar la entrega de la cocaína.

Una vez en la capital almeriense, donde llegaron en tren durante la noche del mismo 12 de junio, las mujeres se albergaron en un hotel en cuyo vestíbulo se produjo su detención tan sólo un día después de su llegada por parte de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que se incautaron en el lugar de 48 cápsulas de cocaína y que no lograron detener al intermediario al que debían de entregar la droga, que se dio a la fuga.

Ya en dependencias policiales Y.M.M.V. expulsó toda la droga que se había introducido en la vagina, que arrojó un peso total de 1,04 kilos, cuyo grado de pureza oscilaba entre un 72,2 y un 89 por ciento.

Las penadas, que carecían de antecedentes policiales, se encuentran en prisión provisional por esta causa desde junio de 2005.

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