Bélgica tendrá un Gobierno interino después de seis meses de crisis política. Así lo ha anunciado Kurt Debeuf, un portavoz del primer ministro belga Guy Verhofstadt, "que ha desbloqueado la situación".

Tras las negociaciones, el partido centrista valón CDH ha aceptado la posibilidad de un gobierno que cuente también con los democristianos flamencos y con los socialistas valones. El nuevo Ejecutivo podría empezar a trabajar en cuestión de días.

La crisis en Bélgica se ha producido después de que los democristianos flamencos del CD&V, con su líder Yves Leterme, no pudiera formar gobierno pese a ganar las elecciones belgas del pasado mes de junio y después de haber estado durante ocho años en la oposición. La falta de entendimiento para unir a las fuerzas políticas acabó con Leterme que dimitió de su función hace tres semanas.

Uno de los grandes problemas era el futuro de las localidades limítrofes entre Flandes y Valonia, con lenguas, políticos, prensa y colegios completamente segregados.

Este martes, Verhofstadt comenzó las negociaciones para formar el gobierno interino, tras aceptar el encargo del Rey de ponerse al frente del Ejecutivo durante los próximos meses para dar salida a la crisis. La misión aceptada por el primer ministro tiene su duración claramente delimitada y su mandato transitorio no irá más allá del próximo 23 de marzo, tal y como informó el propio Verhofstadt en un comunicado.

Verhofstadt confió en que, antes de que termine su mandato, Yves Leterme sea propuesto como formador del Ejecutivo definitivo, con el objetivo de respetar los resultados electorales.