El informe, al que ha tenido acceso Europa Press y que ha adelantado la Cadena SER, se basa en el estudio sobre los efectos a corto plazo de las partículas ultrafinas en la salud de los habitantes de las ciudades de Huelva, Barcelona y Santa Cruz de Tenerife, afectadas por diferentes fuentes de contaminación atmosférica, y se acotó a tres años, desde 2008 a 2010.

Así, el trabajo concluye que el patrón y el origen de las partículas ultrafinas (UFP) determinan su efecto a corto plazo en la salud humana, a la par que señala que las nuevas partículas en el aire urbano ambiental son el resultado de las emisiones directas y también la formación departículas ultrafinas secundarias de precursores gaseosos.

Este estudio revela que los niveles medios de carbón negro fueron más altos en Barcelona y Tenerife que en Huelva, mientras que las concentraciones medias de UFP fueron similares en las tres ciudades. En concreto, las concentraciones por tráfico rodado fueron del 40 por ciento en Barcelona, el 46 por ciento en Santa Cruz de Tenerife, y el 27 por ciento en Huelva.

De este modo, los investigadores observaron una asociación con el tráfico rodado y la mortalidad en Barcelona, pero no con las partículas fotoquímicas, así como se da un patrón similar en Santa Cruz de Tenerife, aunque ninguna de las asociaciones fueron significativas. Por el contrario, en la ciudad industrial de Huelva la mortalidad se asoció con las nuevas partículas fotoquímicas.

Este estudio, liderado por el investigador del CSIC Aurelio Tobías, ha contado con la colaboración de tres expertos de la Universidad de Huelva Jesús de la Rosa, Ana María Sánchez de la Campa y Rocío Fernández Camacho.