Urbanismo ha cedido a la Hermandad del Buen Fin la antigua Casa Socorro de Jesús del Gran Poder para que la corporación construya ahí su segundo centro de estimulación precoz para niños discapacitados. Las nuevas instalaciones permitirán atender gratuitamente a un mayor número de familias con hijos con síndrome de Down, autismo, retraso o encefalopatía.

¿Qué supone este proyecto?

Un gran avance. En nuestro centro actual estábamos a tope. El nuevo, al tener más aulas, permitirá racionalizar mejor los horarios y los turnos para dar una mejor atención individualizada a los niños.

¿A cuántos niños atenderá?

A unos 300. Desgraciadamente, hay muchas familias en Sevilla con estos problemas. Tenemos una lista de espera de 20 familias. Nuestro centro es el único en la capital de estas características, que atienda a niños discapacitados de 0 a 5 años y de forma gratuita.

¿Cómo serán las instalaciones y qué novedades habrá?

El centro actual sólo tiene 160 m2; el nuevo tendrá 528 m2 en cuatro plantas. La novedad será el aula de formación, donde los especialistas orientarán a los padres para que sepan cómo afrontar la discapacidad de su hijo y cómo atenderle bien. Y tendremos una piscina climatizada que será fundamental para desarrollar la motricidad de los niños en su primera fase de vida.

¿Se sabe cuándo abrirá?

En un plazo largo, el edificio está totalmente en ruinas. La hermandad tiene que financiar las obras y tenemos que ver cómo recaudar fondos.

Veinticinco años del Centro de Estimulación Precoz del Buen Fin...

Sí, hay mucha satisfacción por el trabajo bien hecho. En este tiempo hemos tratado a unos 600 niños. Los terapeutas y especialistas se vuelcan con ellos. Están en continua formación y aplican los últimos avances en sus patologías. Hay altas garantías de que los niños mejoren en un 50% o 60%.

BIO

Carlos Bourrellier Pérez, sevillano, es empresario del sector inmobiliario. Hermano mayor del Buen Fin desde 2004.