Desde hace dos años, Alexandra sufre dolores en su brazo izquierdo que le impiden hacer «una vida normal». Un día de agosto de 2005 estaba sentada en el borde de la piscina municipal del Barrio de la Concepción, cuando una valla de una obra –«que no estaba anclada ni señalizada»– le cayó en el brazo y se lo partió: «El brazo me bailaba», asegura.

La trasladaron al Ramón y Cajal , donde la operaron y le pusieron un tornillo. Once días después salió del hospital, pero su infierno no acabó ahí.

Problemas de papeles

Desde entonces, esta joven ecuatoriana, administrativa en una correduría de seguros, no puede trabajar: «Estoy tomando antidepresivos. Como no tengo fuerza en el brazo, no me cogen». No trabajar le supone, además, «un problema con los papeles», ya que para renovarlos necesita cotizar en la Seguridad Social.

Tras dos años de litigios, una jueza ha condenado al Ayuntamiento de Madrid a indemnizarla con 13.000 1. La abogada del Consistorio ha recurrido la sentencia. La Concejalía de Deportes, de quien depende la piscina, ha asegurado que cuando el dictamen del juez sea «firme, si el Ayuntamiento tiene que abonar algo, lo hará».