Ochenta países de la Unión Europea (UE) y África iniciaron una cumbre en Portugal, la primera en siete años, con la que intentan iniciar una nueva forma de relación, basada en la cooperación mutua y no en las ayudas.

La mayoría de los gobernantes llegaron el viernes. El ministro luxemburgués de Asuntos Exteriores, Jan Asselnborn, afirmó en la entrada de las delegaciones que "hoy será la fecha de nacimiento de una nueva fase de cooperación: vamos a enterrar el principio de donante-receptor. Vamos a colaborar no solamente en desarrollo, sino también en política energética y asuntos internacionales", dijo.

Primeros en llegar

Los primeros en llegar fueron el líder libio Muamar Al Gadafi, que inició el jueves una visita oficial a Portugal, y el polémico presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, que llegó anoche casi de incógnito. La presencia de Mugabe ha motivado la ausencia del primer ministro británico, Gordon Brown.

La presencia del político que tiene prohibida oficialmente la entrada en Europa por las violaciones a los derechos humanos de su régimen, llevó al Reino Unido a desaparecer prácticamente de la conferencia y se convirtió en el foco de atención de la prensa, mientras el gobierno portugués intentaba restarle protagonismo.

La inmigración será uno de los capítulos de la Cumbre y Zapatero será el "orador principal" por parte europea en esta cuestión, mientras que el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, intervendrá como representante del grupo africano.

El pacto está basado en tres pilares: el fomento del empleo y oportunidades para la juventud en Africa, que contribuya al arraigo de la población; una política de movilidad que facilite los flujos migratorios legales y que incluya el desarrollo de las infraestrucuras como importante factor de crecimiento, y una implacable política contra el tráfico clandestino de personas.

La venganza de los débiles

Gadafi se entrevistó con Sócrates y pronunció una conferencia en la Universidad de Lisboa en la que pidió la aplicación de la democracia en la ONU, tras criticar al Consejo de Seguridad de ese organismo, y advirtió que a veces los débiles optan por la venganza a través del terrorismo. También criticó la intervención de EEUU en Afganistán, invitó a reflexionar sobre el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2001 y abogó además por una indemnización a los países que han sufrido el colonialismo.