La consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, ha dado por "cerrada" la búsqueda del culpable de la infección de tres niños en la unidad de hemodiálisis del Hospital de la Vall d'Hebron, en Barcelona, que atribuyó a "un error involuntario pero desconocido".

Según la titular de Salud, las investigaciones nunca se dan por cerradas, pero insistió en que será imposible saber quién provocó el "error".

"Desde marzo hasta ahora se han analizado todos los elementos, y se dará por cerrada la búsqueda del culpable porque no hay culpable --añadió al preguntársele si la investigación continuará--. Hay

La consellera descartó que el origen esté en un error de los monitores de diálisis: "Han mejorado tanto los filtros, que controlan la posibilidad del paso de gérmenes, que podemos afirmar que la infección no se ha dado en los monitores".

También insistió en que la dotación de personal de la unidad de hemodiálisis de la Vall d'Hebron "está por encima de los estándares publicados y están altamente cualificados". La unidad de hemodiálisis a Vall d'Hebron funciona con dos enfermeras para cinco aparatos.

Además, recordó que es un centro de referencia en pediatría a nivel español, y que anualmente se hacen 1.800 sesiones de diálisis y de 15 a 18 trasplantes suprarrenales.

El mismo brote

La consellera confirmó que los tres menores infectados con el virus de hepatitis C corresponden "al mismo brote", y que se contaminaron al entrar en contacto con la sangre de otro menor que tenía el virus y que estaba en tratamiento en la misma unidad de la Vall d'Hebron en noviembre de 2006.

Marina Geli también remarcó que en los tratamientos de hemodiálisis o cualquier intervención quirúrgica "no existe riesgo cero", y dejó muy claro que en todos estos casos se informa "por escrito" a familiares y pacientes sobre los riesgos.

Desde el primer momento la Generalitat ha estado en contacto con las familias, en las cuales no ve predisposición a denunciar los hechos. Al preguntársele por la posibilidad de que haya cambios en el hospital, consideró que no se prevén "cambios estructurales o profesionales".