Había perdido su trabajo y rompió con su novia. Robert Hawkins, el joven de 19 años que el miércoles mató a ocho personas en un centro comercial de la ciudad estadounidense de Omaha (Nebraska) y después se suicidó, «tenía muchos problemas emocionales», según ha declarado su casera, Debora Maruca Kovac. La mujer, en declaraciones a la CNN, relata que encontró una nota de suicidio del joven. En la nota, Hawkins anticipaba la matanza.
«Decía que sentía lo que iba a hacer, pero que no quería ser una carga para la gente. Decía que toda su vida había sido un pedazo de mierda, pero que ahora iba a ser famoso».
La casera lo define como un chico «amable, pero con muchos problemas». Él era como un perro perdido al que nadie quería», decía él. Hacía un año y medio que vivía con ella porque, según le contó, «no podía quedarse en casa por los problemas con su madrastra». En los últimos tiempos había perdido su trabajo y había roto poco con su novia.
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