Cuando abres un libro...

Villa Maravilla, en su primera edición, acerca a niños y padres al placer de la lectura y recupera la tradición de contar cuentos por las noches.
Fotograma de Los chicos de la lluvia, una de las proyecciones.
Fotograma de Los chicos de la lluvia, una de las proyecciones.
Fotograma de Los chicos de la lluvia, una de las proyecciones.

Se buscan grumetes y resto de tripulación para un barco que zarpa lleno de palabras. En esta primera edición, Villa Maravilla. El barco de los libros ya ha contado, desde el pasado lunes que se inició, con el apoyo de niños y padres. Su director, el escritor chileno Luis Sepúlveda, sabe que un libro es un amigo y así quiere que lo vivan los locos bajitos que hay en cada casa.

En una época en la que cuestiones como fomentar la lectura y preguntas del tipo de si un lector nace o se hace, estas iniciativas que se quitan el polvo de los pesados volúmenes de la Historia de la Literatura de encima y que plantean el placer de leer como algo lúdico e interactivo, obtienen siempre la incondicionalidad de aquellos a los que va destinado.

Porque no se trata tanto de la lectura como del gusto por escuchar, recibir, ver y conocer historias a través del cine, las animaciones y los juegos. Se trata de acercar la materia con la que es más fácil, ya lo saben los cuentacuentos, soñar por las noches.

* Hasta el domingo, de 11.00 a 20.00 horas, en el C.M.I. Pumarín-Gijón Sur: R. Areces, s/n. Gratis.

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