Joan Miró por partida doble. A uno y otro lado del Atlántico. En vísperas de la celebración en 2018 del 125 aniversario de su nacimiento, dos museos se adelantan para homenajear a este maestro del surrealismo.

La primera cita se celebra en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (Argentina), donde desde hace pocos días puede verse la exposición Miró: la experiencia de mirar. Esta muestra -una versión ampliada de la exposición que se organizó en la catedral de Burgos en 2013 con motivo del 30 aniversario de la muerte del artista catalán y que luego ha seguido un periplo por varios museos de Estados Unidos-, reúne 50 obras realizadas durante las dos últimas décadas del pintor.

En total 18 pinturas, 6 dibujos y 26 esculturas dan vida a esta exposición comisariada por las conservadoras de la Colección del Museo Reina Sofía Carmen Fernández Aparicio y Belén Galán Martín. En estos trabajos "se evidencia la ampliación del espacio pictórico en unos lienzos con signos caligráficos que alcanzan la mayor intensidad con los mínimos recursos, y en donde subsiste también la presencia de una figuración de personajes míticos", indican desde el Reina Sofía.

Como complemento se incluye la proyección de dos cortometrajes singulares dentro de la filmografía dedicada al pintor, obra del realizador catalán Pere Portabella (Figueras, Barcelona, 1929). Se trata de: Miró l'altre (Miró otro, 1969), documental realizado con motivo de la exposición de idéntico título en el Colegio de Arquitectos de Barcelona, dedicada al mural que el artista había pintado en los cristales exteriores del edificio, que recoge la acción de su destrucción por parte del artista, y del film Miró parle (Miró habla, 1974), entrevista en primera persona sobre la personalidad creativa de Miró, que se incluyó en la producción Miró un portrait, editada por Maeght.

Tras su paso por la capital argentina, donde permanecerá hasta el 25 de febrero, viajará al Museo de Arte de Lima (Perú) en marzo de 2018.

Por su parte, el Museo de la Pasión de Valladolid acaba de presentar Miró. El jardín de las maravillas, una recopilación de más de medio centenar de grabados pertenecientes a la colección Guido Guastalla de Italia. El recorrido se inicia en 1953 con una litografía realizada en ocasión del centenario de la editorial francesa Mourlot y finaliza con obras que datan de 1981, abarcando pues casi treinta años de trabajo.

La colección deja constancia de la libertad creativa que le proporcionaba trabajar técnicas como el aguafuerte, la litrografía o la aguatinta y son un reflejo del mundo más poético y colorista de Miró, que solía decir "trato de aplicar colores como palabras que forman poemas, como notas que forman música".

La muestra incluye obras como la que realizó en 1963 con un prólogo del poeta Jacques Prévert -al que le unió una profunda amistad desde que se conocieron en París en los años 20- o las que realizó en el año 1972 y se reúnen bajo en nombre de Homenaje a Josep Lluis Sert. Se trata de unas litografías en blanco y negro que Miró dedicó al arquitecto, amigo de largo recorrido que se encargó de la construcción de la Fundación Miró en Barcelona en 1975.

El museo vallisoletano insiste en que la obra gráfica de esta exposición "no debe ser considerada como un mero estudio preliminar o complementario de la pintura del artista, sino una indagación en una técnica que conocía muy bien y que utilizaba para obtener efectos peculiares sobre el papel, probablemente no logrados mediante otras técnicas". Permanecerá abierta al público hasta el 7 de enero.