La mayoría de las plazas irán destinadas a los conductores residentes en el barrio, según señaló ayer el portavoz municipal, José María Pérez. No se descarta, sin embargo, que un buen número de ellas sean «de rotación», es decir, abiertas a todo el público.

Los terrenos en los que se edificará este párking ocuparán una superficie de 4.000 metros cuadrados, casi la de la mitad de lo que mide un campo de fútbol. Se cumple así una vieja reclamación de los vecinos de este barrio, el más poblado de la ciudad y con graves problemas de aparcamiento.

En la superficie del aparcamiento, lugar en el que actualmente estacionan cientos de automóviles, se construirá un nuevo acceso al Parque de los Pericones. Según dijo José María Pérez, será «una de las principales áreas verdes para paseantes y senderistas de Gijón».

Falta más de un mes, por lo menos, para que salga a concurso público la adjudicación del proyecto, pero ya se sabe que la empresa que lo lleve a cabo deberá comprar los terrenos, ejecutar la obra y posteriormente, sacar a la venta las plazas de aparcamiento. Esta obra se une a la del nuevo párking que ya se está llevando a cabo en el Museo del ferrocarril, con capacidad para 200 coches.

9.000 plazas subterráneas en Gijón

La ciudad cuenta en la actualidad, y a falta de que se lleven a cabo estos últimos proyectos, algo más de 9.000 plazas de aparcamiento subterráneo, según el Ayuntamiento. De ellas, unas 2.150, el 25%, son de las cinco instalaciones de concesión municipal que hay en Gijón. El resto son de pákings privados. El siguiente aparcamiento subterráneo que se construya será en el barrio de la Calzada, que también sufre problemas de estacionamiento.