El Ministerio Público solicita penas que suman 112 años de prisión para un red compuesta por diez personas a las que acusa de traficar con cocaína y heroína desde la localidad de Puente Genil. El escrito de conclusiones provisionales del fiscal recoge que desde 2003 los acusados formaban un clan "perfectamente organizado" destinado al comercio de sustancias estupefacientes, para lo que dos de los acusados ponían a disposición su vivienda en Puente Genil.

Desde esta vivienda, se realizaban la mayoría de los intercambios de drogas, no sólo por dinero sino por cualquier efecto y, en otras ocasiones, se concertaban por teléfono citas utilizando para ello una conversación de escasa duración y con términos en clave.

También fuera del domicilio se realizaban otras operaciones en las que un miembro del clan acudía a las zonas de la movida juvenil para distribuir la droga entre los jóvenes. Según el fiscal, la asociación de la que formaban parte los procesados no sólo iba destinada a distribuir las sustancias entre los consumidores sino que se vendía droga a pequeños traficantes.

Para realizar todas estas operaciones, al parecer se implicaba a una menor que para que recogiera los pedidos o para que realizara la entrega. Además, dos de los procesados adquirían droga del clan para después distribuirla en Badalatosa (Sevilla).

El escrito recoge también que, con el propósito de no ser descubiertos, los procesados evitaban en la medida de lo posible tener la droga y los útiles para su venta en el domicilio donde se llevaban a cabo las operaciones, de lo que se encargaban dos de los inculpados.

En mayo y junio de 2004 se realizaron diferentes registros domiciliarios, cuatro en Puente Genil y uno en Badalatosa, en los que se hallaron hasta 15.315 euros, diferentes utensilios, joyas y drogas, por valor de 400 euros.

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