Penélope Cruz es camaleónica. Su look cambia en función del novio que tenga. Cuando era apenas una adolescente y salía con Nacho Cano, adoptó enseguida la estética de éste: colores oscuros y ropa de sport a la última.

Con Gigi Sarasola, Pe descubrió el encanto de los bolsos de Prada, las gafas de sol a lo Audrey Hepburn y los altísimos tacones. Junto con el técnico de cine checo Thomas Obermayer, la actriz dejó de ser la aspirante a princesa para convertirse en una ninfa campestre. Botas de tacón bajo, camisas de leñador... Nunca estuvo tan guapa como en las fotos al lado de  Obermayer en una playa, en top less.

Con Tom Cruise se volvió glamurosa. Al contrario que a Nicole Kidman, Cruise le permitió usar tacones. Eligió un maquillaje y un estilismo que resaltaban la imagen tópica de Carmen de Merimée: labios rojos, escotes, peinados de ondas...

Con Matthew McConaughey no llegó a clonarse, pero se la pudo ver con una ropa más casual.

Con Javier Bardem, su actual novio, y de quien, según Bigas Luna, se enamoró en Jamón, jamón (1992), Pe ha sufrido una metamorfosis que la ha llevado a adoptar el aspecto asilvestrado de su chico. La misma Penélope que subió las escaleras vestida por Versace en la última gala de los Oscar ha cambiado sedas y joyas por chupas de cuero, camisetas negras y cabello enmarañado. La capacidad de adaptación de nuestra estrella lo supera todo.

Una penélope por cada pareja 

Nacho Cano.- Adoptó su mismo estilo elegantemente descuidado.

Gigi Sarasola.- Prada y altos tacones para estar a la altura.

Tom Cruise.- Un look glamuroso y muy cercano a la Carmen de Merimée fue su elección.

Javier Bardem.- Chupas de cuero, camisetas oscuras y pelo revuelto, su nuevo look.