Así lo han asegurado el secretario general de Agricultura y Alimentación del Mapama, Carlos Cabanas, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quienes han asistido a la inauguración de la feria internacional Expobiomasa, que se desarrolla hasta el 29 de septiembre en Valladolid, junto al presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), Javier Díaz.

En este marco, Carlos Cabanas ha destacado la importancia del certamen y su crecimiento, algo que a su juicio demuestra el interés por el tema de la biomasa, que no sólo supone oportunidad de negocio, sino que cuenta con otras ventajas sobre las que considera que hay que concienciar a la sociedad.

En concreto, ha incidido en la importancia que tiene la biomasa desde el punto de vista económico, por la actividad que genera; el social, por el empleo y dónde se crea, en zonas rurales donde importante no sólo crear empleo sino recuperar estas zonas frente a la despoblación; y sobre todo desde el punto de vista medioambiental, dado que su utilización ayuda en problemas como la lucha contra el cambio climático.

Así, ha abogado por usar la biomasa como un instrumento más en la defensa de los bosques, en la mitigación del cambio climático y en la lucha contra incendios, y que tener un bosque limpio ayuda a luchar contra este problema.

En una línea similar, el consejero de Fomento y Medio Ambiente ha destacado el compromiso de Castilla y León desde hace más de 20 años con la biomasa como recurso para generar energía elétrica y calor con una materia prima que ha recordado que es y sostenible, por lo que supone uno de los elementos energéticos de futuro en el marco de las energías renovables.

Suárez-Quiñones ha destacado el "socio leal" que ha supuesto Avebiom para llevar a cabo políticas que permitan crear infraestructuras empresariales en el ámbito de la biomasa.

A este respecto, ha incidido en que se han fomentado redes calor públicas como la de la Universidad de Valladolid, que da calor a 26 edificios, a la que se sumará otra en el barrio vallisoletano de Huerta del Rey, a lo que se suman 31.000 calderas de biomasa en Castilla y León con 1,4 megavatios.

El titular de Fomento y Medio Ambiente se ha comprometido a continuar con el impulso de estas políticas, lo que es una apuesta por el empleo verde y genera actividad económica en el medio rural, pero también supone ahorro energético.

PRIMERA EDICIÓN BIENAL

La feria internacional Expobiomasa estrena en su edición de 2017 su concepción bienal, con más de 600 empresas de 30 países y una superficie de 34.000 metros cuadrados, lo que supone el 30 por ciento más que en 2015.

Es la primera edición en la que Expobiomasa se celebra con dos años de diferencia con respecto a la precedente -2015-, una decisión que se tomó entonces después de comprobar que, en las encuestas que la organización plantea a los participantes al final de cada feria el porcentaje que señalaba que prefería que el evento tuviera una periodicidad de dos años en lugar de cada uno pasó del 25 al 65 por ciento.

La feria continúa su crecimiento y ocupa ya tres pabellones en los que se reúnen más de 600 empresas de 30 países. Según las estimaciones de Avebiom, por la feria pasarán más de 18.000 profesionales interesados en comprar equipos, productos y servicios, alrededor de cuarenta asociaciones y aliados y profesionales de más de 60 medios de comunicación de Europa, Iberoamérica y Norteamérica.

CONGRESO INTERNACIONAL DE BIOENERGÍA

El 11º Congreso Internacional de Bioenergía se celebrará el miércoles y este año contará con ponentes "totalmente implicados en la digitalización de sus empresas, que son a su vez pioneras, porque entienden que la sociedad demanda cada vez más servicios y productos personalizados, económicos y sostenibles".

La utilización de biomasa como fuente de energía térmica, según han apuntado fuentes de Avebiom, evitó en la provincia de Valladolid la emisión de 121.955 toneladas de CO2 en 2016, equivalente al dióxido de carbono que generan 81.303 vehículos durante un año contribuyendo así a la reducción de gases de efecto invernadero en España. En Castilla y León, la cifra alcanza las 859.156 toneladas de CO2, equivalente al dióxido de carbono de 572.769 vehículos.