Esta es una de las principales conclusiones del estudio sobre la temporalidad laboral en Castilla y León en 2016 elaborado por Comisiones Obreras según el cual el 46 por ciento de los trabajadores con empleo temporal encadenaron contratos temporales en la misma empresa a lo que se suma que uno de cada cinco asalariados temporales lleva más de dos años en la misma empresa.

"Esto es un fraude (...) se está utilizando mal", ha advertido el secretario de Estudios y Asesoramiento Jurídico y Sindical, Carlos Castedo, quien ha recordado que los contratos temporales están pensados para cubrir "necesidades coyunturales" de las empresas por lo que ha cuestionado el abuso de esta fórmula para abaratar costes y tener a los trabajadores precario un problema que, según ha explicado el sindicalista, afecta a toda la sociedad.

Castedo ha advertido además de que se está extendiendo la práctica de dar de baja a los contratados temporales durante los fines de semana y días de fiesta para volver a contratar el lunes ya que las empresas son conscientes de la posibilidad de volver a contar con la misma persona "lo que supone, además, un perjuicio para el trabajador y un fraudulento recorte de ingresos de la Seguridad Social".

El estudio de Comisiones Obreras sobre la temporalidad en Castilla y León alerta también del recorte de la diferencia de la tasa de temporalidad en la Comunidad, que, con un 25,2 por ciento, está ya a menos de un punto respecto a la de España, cuando llegó a estar cuatro puntos por encima. De hecho, Castilla y León fue la comunidad con mayor incremento de la tasa el pasado año.

"La temporalidad crece y se deteriora", asegura CCOO en este informe ante el incremento de la parcialidad de los contratos suscritos en Castilla y León (un 38 por ciento más entre 2008 y 2016, de modo que el 40 por ciento de los contratos temporales suscritos el pasado año fueron parciales).

La segunda vía de deterioro de la contratación temporal señalada por el sindicato hace referencia a la menor duración de los contratos temporales de modo que por cada empleo temporal incrementado en Castilla y León en 2016 se necesitaron 3,3 contratos nuevos.

Comisiones Obreras ha cargado en concreto contra el uso mayoritario del "mal llamado" contrato de trabajo por tiempo indefinido de apoyo a los emprendedores ya que, en la práctica, se trata de un contrato temporal que permite el despido sin causa y sin indemnización en un plazo máximo de un año desde su formalización. Según sus datos, el pasado año se firmaron 2.125 contratos de este tipo en Castilla y León, un 35 por ciento más que en 2015 y el 43 por ciento de los contratos indefinidos ordinarios nuevos (4.984 en total).

Como "factor positivo" este informe concluye que el pasado año se incrementó un 24 por ciento la conversión a contratos indefinidos.

La radiografía de CCOO sobre la temporalidad en Castilla y León muestra que se trata de una modalidad de contratación mayoritaria en el caso del colectivo joven -se aplica al 88 por ciento de las personas entre los 16 y los 19 años, al 71 por ciento en la horquilla de 20 a 24 años y al 48 por ciento entre los de 25 a 29 años-, si bien también hay temporalidad en las personas de edades superiores, con un 28 por ciento para las personas de entre 30 a 39 años y el 21 por ciento entre los de 40 a 49.

Por su parte, el secretario de Empleo, Política Industrial y Diálogo Social, Saturnino Fernández, ha cargado contra el Gobierno por subvencionar la contratación temporal, una modalidad de ayudas que, según ha recordado, no se permite en Castilla y León donde sólo se subvenciona la contratación indefinida a tiempo completo, salvo algunas excepciones relacionadas con ONGs.

"Un contrato indefinido es más justo y más digno y viene bien a la economía y a la Seguridad Social", ha reivindicado Fernández, quien, tras reclamar una vez más la derogación inmediata de las reformas laborales, ha defendido la necesidad de instaurar un nuevo marco de relaciones laborales "más justo" que sitúe la contratación estable como elemento central del modelo de crecimiento económico.

El sindicalista ha abogado en todo momento por transformar el actual modelo productivo hacia otro basado en una mayor presencia tanto del sector industrial como de las actividades del sector servicios ligadas a un mayor nivel de conocimiento y que, por ahora, están "infrarrepresentadas" en la economía de Castilla y León.

Finalmente, CCOO ha advertido de que falta control de la contratación, en general, y de la temporalidad, en particular, por lo que ha hecho un llamamiento a las administraciones para reforzar la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social a través de más medios humanos para poder actuar de forma adecuada y detectar situaciones de empleo irregular que, según ha asegurado el sindicato, también se da en algunos sectores de lo público con casos "inauditos" que se ganarían en los tribunales a los que los trabajadores no acuden por miedo a perder su empleo.

"Hace falta una respuesta colectiva", han reclamado tanto Castedo como Fernández que han apostado por una "contundente" acción sindical en las empresas.