La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, constató ayer, tras reunirse con el embajador de Venezuela en España, Alfredo Toro, que no ha habido «ningún cambio» en las relaciones entre ambos países, después de que Hugo Chávez dijera que las congela hasta que el Rey le pida disculpas.

Horas antes de la reunión, Jiménez, que había convocado esta entrevista con el objetivo de preguntarle al embajador qué quería decir Chávez «exactamente», ya había dicho que tanto las relaciones diplomáticas como las económicas «siguen funcionando».

Por su parte, el embajador venezolano indicó que las relaciones entre los dos países «tienen un futuro común más allá de los altibajos» y calificó el encuentro como una reunión «rutinaria» y «cordial de trabajo» entre dos países «con numerosos vínculos».

No habrá disculpas

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, optó ayer por situar los hechos «en sus justos términos» al ser preguntado por la posibilidad de que el Rey o el Gobierno español pidan disculpas a Chávez y recordó la «familiaridad» con que se tratan los jefes de Estado en las cumbres iberoamericanas.

Por otra parte, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy,  reprochó al Gobierno su tibia respuesta al mandatario venezolano e insistió en que la política exterior es un asunto «capital» que debe acordarse entre todos.

cómo subió la tensión

10 de noviembre. El Rey insta a callarse  a Chávez después de que éste interrumpa a José Luis Rodríguez Zapatero en la Cumbre Iberoamericana.

11 de noviembre. Chávez acusa al Rey. El venezolano pide a Don Juan Carlos que aclare si estaba al tanto de un intento de golpe de Estado contra él en el año 2002.

14 de noviembre. Vigilancia sobre empresas españolas. Chávez dice que «echará el ojo» a las compañías españolas y revisará sus relaciones con España.

25 de noviembre. Se congelan las relaciones con españa hasta que el Rey no pida disculpas por sus declaraciones.