La ex primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, ha regresado a España, un país que adora, para disfrutar de sus vaciones. En concreto, la carismática estadounidense acaba de aterrizar en Palma de Mallorca, sola, sin su marido.

Allí pasará unos días junto a su amigo James Costos, exembajador de Estados Unidos en España, y el marido de este, el interiorista Michael Smith, que ejercerán de anfitriones para Michelle una vez más.

Costos, reconocido recientemente con el título de "Mallorquín de Verano" por ser un firme defensor de los encantos de la isla, y su esposo tienen alquilada una de las casas que Marieta Salas tiene en la isla, Ses planes, una gran finca dedicada a la cría de caballos árabes de pura sangre.

Esta es la segunda vez que Michelle Obama visita Palma. Ya lo hizo en 2010, en un viaje en el que visitó a los actuales reyes de España en el palacio de Marivent, como parte de una ruta que la llevó a varias ciudades europeas.

Al parecer, la isla le gustó tanto que ha decidio volver siete años después. No se descarta además, aunque Michelle ya no ostente un cargo público, que haya un encuentro privado con el rey Felipe VI durante su estancia.