En el Consell Plenari del Ajuntament próximo viernes se aprobará el expediente de sanción a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), por valor de siete millones de euros, por incumplir el contrato de limpieza y recogida de basuras entre los años 2013 y 2015 en los distritos de Gràcia y de la Esquerra de l'Eixample. El gobierno municipal ha desestimado las alegaciones de FCC.

De estos 7 millones de euros, 5.051.610 corresponden a la multa y los 2.120.775 millones restantes a compensar los servicios no prestados y a daños y perjuicios. El teniente de alcaldía de Drets de Ciutadania, Transparència i Participació, Jaume Asens, ha calificado el proceder de la compañía con la contrata de residuos como el de un "saqueo continuado" en un servicio público y una "trama organizada".

Este expediente supone el máximo nivel sancionador posible según la normativa vigente y con la tipología de contrato firmada con FCC.

Por daños y perjuicios, el gobierno municipal de Ada Colau entiende que la empresa prestó servicios de limpieza con menos personal del que facturó y que además afectó "muy negativamente" con su mala praxis a las políticas de reciclaje y recogida selectiva de residuos.

A pesar de esta cuantiosa multa, el Consistorio no tiene previsto rescindir por el momento el contrato con FCC, aunque no lo descarta más adelante. Dicho acuerdo solo representa un 0,7% de la facturación total de la empresa. El Ajuntament, por su parte, ha remitido el informe sobre estas irregularidades en el contrato de basuras a la Fiscalía, y está a la espera de lo que dicte el ministerio público.

Tras la comunicación oficial a FCC, la compañía podrá presentar un recurso de alzada. Por ello, es probable que el conflicto acabe "en los tribunales" ha reconcido Asens este martes.

El pasado mes de abril, el Ajuntament comprobó mediante un expediente informativo que FCC pudo haber defraudado hasta 3,3 millones de euros al Consistorio. En noviembre de 2016, cuando el gobierno de Colau destapó este presunto engaño, se habló de una cantidad de 800.000 euros.

Entre septiembre del año 2013 y diciembre del 2015, la compañía certificó un total de 6.130 servicios de recogida de basuras que realmente no prestó o que llevó a cabo con menos personal del que marcaban los contratos, y por los que cobró 1.268.289 euros.

En 2014, la empresa alteró de forma "consciente e intencionada", según el Ajuntament, un mínimo de 30 de los 6.200 servicios anuales de recogida de voluminosos (muebles) para evitar el salto de tramo económico del contrato y evitar un precio unitario más bajo por el servicio y, en consecuencia, facturar menos (cuanto más alto es el tramo, menos cobra la compañía por cada tonelada de residuos recogida). FCC acabó llevando residuos voluminosos a una planta de tratamiento incorrecta.

También durante 2014, FCC mezcló intencionadamente el 0,5% de los contenedores de residuos de envases recogidos (1.683 contenedores) con los de fracciones o restos y con los de residuos orgánicos para no saltar de tramo y no perder dinero.