Ocho exigencias para cerrar el acuerdo de terrazas en Barcelona

  • Los restauradores han presentado este miércoles una propuesta de mínimos para modificar la ordenanza.
  • Está previsto un pacto con el Ayuntamiento este mes.
Jesús, trabajador del gremio de restauración de Barcelona.
Jesús, trabajador del gremio de restauración de Barcelona.
Isabel Serrano
Jesús, trabajador del gremio de restauración de Barcelona.

El cierre de la polémica sobre la ordenanza de terrazas de Barcelona aprobada durante el mandato de Xavier Trias, que lleva dos años enfrentando al Ayuntamiento y los restauradores porque ha supuesto una reducción de sillas, está cercano.

Por un lado, el lunes el Consistorio se comprometió a llegar este mes a un acuerdo que permita modificarla antes de que acabe el año –Ada Colau decidió rehacerla cuando llegó a la alcaldía y puso en marcha una moratoria para la aplicación de algunos de sus artículos– . Por el otro, este miércoles el Gremi de Restauració ha presentado una propuesta de mínimos para hacer posible ese pacto y ha asegurado que esta cuenta con el consenso del gobierno municipal y la oposición.

El documento de los restauradores se compone de ocho puntos y supone enmendar el 15% de los artículos de la actual normativa. En uno de ellos el gremio, en pos del acuerdo, "desiste" de pedir la ampliación de los horarios de las terrazas y acepta que se mantengan los actuales –ahora deben cerrar a las 12 de la noche de domingo a jueves y a la una de la madrugada los viernes y los sábados–.

Los restauradores exigen, sin embargo, un nuevo régimen de distancias adaptado a cada caso y la supresión de la ordenaciones singulares que existen en algunos puntos de la ciudad. También piden que aunque las fachadas de los establecimientos sean el punto de referencia para ubicar mesas y sillas, se admita desplazarlas "cuando el contexto vial lo aconseje".

La propuesta de mínimos defiende, por otro lado, la creación de "zonas de excelencia" donde "arquitectos y diseñadores" puedan crear terrazas especiales para "mejorar el entorno", a través de la "colaboración público-privada", ha señalado el director general del gremio, Roger Pallarols. "La avenida Diagonal debería ser una de estas áreas, porque las terrazas no están a la altura del vial", ha dicho.

Otra reclamación de los restauradores es que la ubicación del mobiliario respete "el itinerario de peatones accesible" y que la normativa haga una referencia expresa a ello. Además, para fomentar el empleo, piden que se elimine la posibilidad de que existan terrazas con autoservicio y proponen, por otro lado, "sumar a los grupos municipales al debate de la Comissió Tècnica de Terrasses".

El gremio reclama, asimismo, que no se obligue a los 44 locales catalogados que hay en Barcelona a reformar sus lavabos para hacerlos accesibles, ni tampoco a redimensionarlos a los que tienen una licencia anterior al año 2003.

"El sector está angustiado y no puede esperar más", ha apuntado Pallarols, que también ha afirmado que con esta propuesta de mínimos "no debería haber ningún escollo para llegar a un acuerdo". A pesar de que BComú, el partido de la alcaldesa, todavía no se ha pronunciado al respecto, se ha mostrado convencido de que la apoyará, porque "Colau afirmó que el teniente de alcaldía Jaume Collboni (próximo a la posición de los restauradores) actuaba en su nombre".

El gobierno de Colau, en "diálogo permanente"

La regidora de Comerç i Mercats, Montserrat Ballarín, ha dicho que se sigue "en diálogo permanente" con los otros grupos para llegar a un acuerdo sobre las terrazas.

Según datos del Gremi de Restauració, en Barcelona hay unas 4.200 y en los últimos dos años se han perdido 20.000 sillas de 80.000 debido a la ordenanza.

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