La puesta en libertad de Simone Righi, el ciudadano italiano detenido y posteriormente encarcelado por la supuesta agresión a la Corporación municipal durante un acto de protesta contra la perrera de Puerto Real, está todavía muy lejos de materializarse.

La elevada fianza que le exige el juez instructor para su liberación, que como se recordará se pone en los nueve mil euros, se está convirtiendo en una cantidad prácticamente imposible de recaudar por su compañera sentimental, Jo Fiori.

Así las cosas, la defensa ha presentado otro recurso ante el juez para que se reduzca todo lo posible la fianza impuesta por su liberación. Al menos que se reduzca hasta la misma cantidad impuesta a la mujer detenida por los mismos incidentes. Una vecina de Cádiz que sólo tuvo que abonar tres mil euros para quedar en libertad con cargos, eludiendo así la orden de prisión preventiva que sí se extendió sobre la persona de Simone Righi.

Desesperada

Después de casi dos meses ingresado en la prisión de Puerto II, su mujer se encuentra prácticamente desesperada. De hecho, en estos momentos se encuentra pendiente de obtener el permiso de un centro comercial en el que poder cambiar su herencia de monedas antiguas por euros y así recaudar el dinero necesario para la fianza.

Los cargos que pesan sobre Righi podrían acarrear penas de prisión de entre dos y seis años, por lo menos.

El reo se encuentra totalmente venido abajo después de verse envuelto en este desagradable suceso y llevar tantos días entre los barrotes de la prisión de Puerto II. Su mujer asegura que se encuentra completamente deprimido. No hace muchos días sus hermanas vinieron desde Italia para verlo y ni siquiera pudieron abrazarlo porque se lo impedía el cristal de separación. Jo Fiori es la que parece más preocupada por las secuelas que pueda acarrear esta imprevista estancia en la prisión.

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