La entrada de ingresos en el centro de reforma de la ciudad es, cada vez con más frecuencia, de menores melillenses. Si bien hace cinco años la mayoría eran extranjeros, ahora el perfil ha cambiado.

De ello informó ayer la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, quien apuntó que la mayoría de estos ingresos son por “motivos de robo con violencia y peleas”. Actualmente, el centro se encuentra en Melilla la Vieja, auque con toda seguridad se construirá otro en el primer semestre de 2008, con capacidad para 56 infractores y que se ubicará al lado del campo de golf.

Otro de los temas que más preocupa al Gobierno local es la saturación de La Purísima y el Centro Asistencial, donde hay acogidos entre 320 y 325 menores no acompañados.

Competencias de la Ciudad Autónoma

A este problema se suma la llegada a Melilla de jóvenes con problemas físicos graves. En el caso de los que sufren algún tipo de discapacidad psíquica, la Ciudad los traslada a la península, mientras que con los primeros el área de Bienestar Social asume todas las responsabilidades.

Ante esta situación, los médicos se enfrentan a una seria dificultad añadida, ya que desconocen que tipo de tratamiento recibían estos niños en sus países de origen. “Uno de ellos padece un cáncer avanzado y otro tiene diagnosticada una diabetes grave”, informó Garbín.

Preparados para atender la demanda

A pesar de tratarse de un nuevo perfil de menores tutelados, la consejera apostilló que el área que dirige cuenta con educadores altamente cualificados para el cuidado y atención de estos niños”.

En cuanto al Centro Asistencial, éste acoge a aquellos menores no acompañados cuyo comportamiento es correcto. Sin embargo, La Purísima se hace cargo de los que tienen serios problemas para realizar una correcta inserción en la sociedad.

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