Una lista de espera de aproximadamente dos años y una edad tope fijada en los 40 años. Estos son los dos principales problemas con los que se encuentran las mujeres que acuden a la unidad de fertilidad del Hospital Central de Asturias para someterse a un tratamiento de fertilidad. Por eso, muchas asturianas buscan una alternativa y deciden acudir al Centro de Fecundación In Vitro de Asturias (Cefiva). Durante el último año, en esta clínica privada, con consultas en Oviedo y Gijón, se realizaron diferentes técnicas de reproducción a unas 900 mujeres que acudieron allí con la esperanza de ser madres. El 44% vieron cumplido su sueño. «Hoy en día, tres o cuatro mujeres de cada diez que lo intentan se quedan embarazadas», explica el doctor Carlos García-Ochoa, responsable de Cefiva.

Pese a que la efectividad de estos tratamientos «es mayor cuanto más joven sea la mujer», cada vez son más las asturianas mayores de 40 años que quieren tener hijos.    En Cefiva, el 22% de las pacientes que atienden ya han sobrepasado esta edad, el doble que hace siete años. Y la cifra «va aumentando año a año porque las mujeres quieren promocionarse en su trabajo y posponen su maternidad», explica el doctor García-Ochoa. El perfil de las asturianas que quieren ser madres después de los 40 responde al de una mujer sin pareja que no ha tenido ningún hijo. También hay mujeres casadas que han perdido un hijo y quieren tener otro.

Desde 1.000 hasta 6.000 euros

Los tratamientos de fertilidad en el Centro de Fertilización In Vitro de Asturias tienen un coste de entre 1.000 y 6.000 euros, dependiendo de las técnicas que se utilicen. En el caso de las mujeres mayores de 45 años, lo más normal es recurrir al semen de la pareja y a los óvulos donados por chicas jóvenes. Además, la efectividad es mucho mayor que si se intenta la fecundación con los óvulos propios.