Según Heredia, este sería el tiempo suficiente para que se concluya el estudio sobre el asunto que está realizando el Instituto Español de Oceanografía, a instancia de la Junta de Andalucía. "Le pedimos al Gobierno que vele por el futuro económico y laboral de casi 300 familias, porque esta decisión de la Comisión Europea afecta directamente a la flota voracera del Estrecho de Gibraltar. Le exigimos que defienda en Europa que se aplace hasta enero de 2018 el cambio", ha insistido Heredia en declaraciones a Europa Press.

En la parte expositiva de la cuestión se expone que el pasado 9 de mayo, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó un reglamento por el que se establece una talla mínima de referencia para el besugo en el océano Atlántico Nororiental (Pagellus bogaraveo), que sitúa dicha talla mínima en 33 centímetros, cuando anteriormente, estaba en 25 centímetros.

Por otro lado, se espera próximamente la publicación de un Reglamento Delegado de la Comisión Europea, que establezca la obligación de desembarque para la flota autorizada al uso del arte de voracera del Estrecho de Gibraltar de todo ejemplar por debajo de 33 centímetros. Según el socialista, "esta decisión no ha tenido en cuenta la excepción de alta supervivencia de la especie", a pesar de estar recogida en la recomendación que España ha presentado a esta instancia comunitaria.

Además, el socialista expone que en relación con este asunto el Instituto Español de Oceanografía está realizando, por encargo de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, el seguimiento de esta pesquería en el Estrecho de Gibraltar, y dispone de numerosa información científica que respalda la conveniencia de exceptuar a la flota voracera de la obligación de desembarque, permitiendo la devolución al mar de las capturas por la alta supervivencia de la especie.

"Se trata de una cuestión de primer orden no solo para mejorar el stock y la conservación de esta especie, sino para el mantenimiento de la actividad de la flota voracera del Estrecho, altamente dependiente de estas capturas, que ha visto cómo su cuota se ha reducido y que debe competir con otras flotas que faenan en el mismo caladero sin estar sujetas a estas restricciones", dice la petición registrada.

Además, añade que los buques afectados son un total de 72, dando trabajo a 220 tripulantes, casi 300 familias que viven de la actividad directa de esta flota, que van a "sufrir el fuerte impacto socioeconómico de ambas medidas", asumiendo en solitario el peso de la recuperación de la especie frente a otras flotas extracomunitarias que comparten caladero y recursos.