La crisis económica tuvo un gran impacto en el servicio municipal de autobuses de la capital. Numerosas líneas redujeron sus frecuencias y suspendieron el servicio en domingos y festivos entre 2013 y 2014. La decisión la adoptó el Consorcio Regional de Transportes, el organismo controlado por el Gobierno regional que gestiona y regula el transporte público de la Comunidad de Madrid. Eso sí: prometió eliminar estos recortes en el transporte público cuando se produjese una recuperación de la demanda, algo que ya está sucediendo.

El año pasado, la demanda de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) por parte de los usuarios de la capital se incrementó un 6%, mientras que la oferta solo subió un 0,8%, según los datos del Consorcio correspondientes al cierre del ejercicio de 2016 a los que ha tenido acceso 20minutos. El documento refleja que se presupuestaron 88,4 millones de kilómetros para la EMT de los que finalmente se ejecutaron 86,2. Traducido en dinero significa que unos 11 millones de euros se quedaron sin ejecutar. Estos datos contrastan con el crecimiento de la oferta en Metro de Madrid —propiedad de la Comunidad— del 5,2% cuando el ascenso de la demanda fue del 2,6%. Además, en el suburbano se invirtieron 41 millones de euros más de lo previsto.

"Esta situación está provocando la saturación de varias líneas de autobuses como la 24 (Atocha-El Pozo) o la 113 (Méndez Álvaro-Plaza de Ciudad Lineal) producto de una alta ocupación", explican fuentes municipales, que indican que en situaciones de mayor tráfico las esperas de los usuarios aumentan notablemente: "Sería necesario introducir un bus más en alguna línea para poder cumplir con las frecuencias ya que el tiempo de recorrido aumenta".

Entre los principales afectados por esta oferta insuficiente se encuentran los usuarios de los autobuses que fueron suprimidos los domingos y días festivos durante la crisis y que aún no se han recuperado. En concreto, las líneas perjudicadas por la reducción del servicio son nueve: 22 (Plaza de Legazpi-Villaverde Alto), 83 (Moncloa-Barrio del Pilar), 108 (Oporto-Cementerio de Carabanchel), 117 (Aluche-Colonia San Ignacio de Loyola), 129 (Plaza de Castilla-Manoteras), 149 (Tribunal-Plaza de Castilla), 156 (Plaza de Manuel Becerra-Plaza de Legazpi), 247 (Atocha-Colonia San José Obrero) y E1 (Atocha-Embajadores-Plaza Elíptica). Por su parte, en las líneas 4 (Plaza de Ciudad Lineal-Puerta de Arganda) y 57 (Atocha-Alto del Arenal) se hace necesario aumentar las frecuencias después de la reducción sufrida en años anteriores.

El incremento de la oferta resulta además vital para cubrir las necesidades de los nuevos desarrollos y zonas de la capital que en la actualidad están desatentidas. Es el caso, por ejemplo, del barrio de El Cañaveral (Vicálvaro), que ha solicitado la creación de la línea 159 (Alsacia-Cañaveral), o de Butarque (Villaverde), que ha pedido la prolongación de la línea 123 (Plaza de Legazpi-Villaverde Bajo). También los vecinos de Pitis (Fuencarral) y Pinar de San José (Carabanchel) han pedido la prolongación de las líneas 82 (Moncloa-Peñagrande) y 118 (Glorieta de Embajadores-Avenida de la Peseta).

"La EMT ha enviado varias cartas insistiendo en la necesidad de que cumpla la obligación de planificar la mejora de la oferta para poder llevarla a cabo", aseguran desde el Consistorio. Lamentablemente, "sistemáticamente se descartan las peticiones del Ayuntamiento y EMT indicando dónde realizar los incrementos", concluyen fuentes municipales, quienes destacan que este año el Ayuntamiento ha subido un 17% su aportación al Consorcio frente al 4,2% de la Comunidad.

Este organismo que organiza el transporte en Madrid recibe aportaciones principalmente de la Comunidad, el Gobierno central y  el Ayuntamiento de Madrid. En 2017, el Ejecutivo regional aporta 980,1 millones de euros frente a los 149,1 del Consistorio madrileño y los 126 del Estado.

Desde el Consorcio Regional de Transportes reconocen los datos, pero aseguran que "la red de EMT tenía capacidad disponible para cubrir gran parte de esa demanda (en su mayor parte producida por el efecto del Abono Jóven y la congelación tarifaria) sin necesidad de aumentar en la misma proporción la oferta".

El organismo niega además que exista saturación en algunas líneas: "Están monitorizadas y si hay saturación se toman las medidas de incremento de oferta necesaria. Todos los incrementos de oferta están consensuados y aprobados en la Comisión Delegada del CRTM, que es paritaria entre representantes de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento".

Respecto a los servicios suprimidos en años anteriores, el Consorcio dice que no se repondrán "puesto que se presta el servicio con otras líneas de EMT con paradas próximas al entorno". "En cualquier caso se están haciendo estudios en esas líneas, para valorar posibles nuevas acciones a adoptar", concluyen desde el organismo regional.