Así lo ha señalado este martes a los medios de comunicación el secretario autonómico de la AVT, Francesc Colomer, quien ha adelantado que la próxima Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad "va a consagrar los festivales como un producto turístico de primer orden".

En este sentido, ha destacado que estos encuentros musicales se han ido consolidando y constituyen un elemento singular del turismo valenciano, pues "miles y miles de jóvenes recorren muchos kilómetros para seguir a sus grupos de culto pero también para descubrir nuestra geografía".

"El éxito de los festivales consiste en el talento, en la capacidad de riesgo de los promotores y en el cartel artístico pero otra parte importante es el paisaje como gran contenedor de la experiencia musical y turística", ha aseverado.

Por ello, Colomer ha explicado que "invertir en festivales es una enorme operación de marketing para los turistas del futuro", y ha citado el FIB de Benicàssim como un caso en el que se "ha sabido fidelizar" a los turistas. Ha precisado que en la provincia de Castellón, donde hay una gran densidad y concentración de festivales, el retorno se valora en 60 millones de euros.

REGLAMENTO PARA ADSCRIBIRSE A LA MARCA

El secretario autonómico ha explicado que para Mediterranew Fest se ha establecido un reglamento "donde situamos una métrica de valoración para premiar diferentes aspectos como la suscripción al Código Ético del Turismo que representa una manera de entender la hospitalidad y el respeto al turista, además de valorar otros aspectos más técnicos de los festivales como la proyección internacional del evento, el número de escenarios, la duración, la inversión, el seguimiento en redes sociales o la afluencia prevista".

El reglamento contempla "derechos y deberes como en toda normativa", y la suscripción del Código Ético pasa por estar al corriente de los compromisos y obligaciones tributarias con la Sociedad General de Autores, o cumplir con otros criterios estipulados por la AVT como la duración del festival, el impacto en las redes sociales o el número de asistentes. Estas cuestiones, según Colomer sirven para "calibrar la envergadura de la proyección internacional" del evento.

Además, habrá una serie de obligaciones relativas al ámbito de la responsabilidad social, como la necesidad de colaborar con programas de salud sexual o evitar fenómenos "vinculados a la exclusión, el racismo o la xenofobia".

En este momento, no hay festivales adscritos a la marca "desde el punto de vista formal" porque la iniciativa "nace ahora". "Empezamos de cero formalmente", ha destacado Colomer, quien cree que los grandes festivales de la Comunitat no tendrán problema en sumarse ni inconveniente a la hora de cumplir con el código ético.

"Muchos de los festivales han ayudado a implementar la marca y ya participaron en la línea de ayudas del 2016 participaron en el 2017". Para el 2018, el Colomer espera que la marca ya esté acreditada para entrar y concurrir en esa línea. "Los grandes festivales conformarán la primera hornada de la marca", ha asegurado.

Por lo tanto, este verano, en lo que será verá reflejado es en el uso de la marca. "Estamos satisfechos de que en el verano del 2017 tengamos la resolución el reglamento y en ciernes la adjudicación de la marca, si ya puede ondear este verano en algún festival, me parece que será un paso adelante. Se trata de un proyecto de largo recorrido", ha detallado Colomer.

Preguntado por la dotación presupuestaria, Colomer ha recordado que "por primera vez se ha puesto en marcha en esta legislatura una partida de 340.000 euros en concurrencia competitiva para promoción".

"CADA CIUDAD ES SOBERANA DE DECIDIR SI QUIERE UN FESTIVAL"

Por otra parte, y preguntado por la posible labor de mediación de la AVT en las decisiones de ubicación de los festivales, Colomer ha asegurado que no tiene las competencias y que no va a entrar en las decisiones de las autoridades municipales, puesto que "cada ciudad es soberana para decidir si quiere un festival, dónde lo quiere y cómo lo quiere".

"El éxito de un festival es la capacidad para ensamblarse en el territorio y en la ciudad que lo acoge, este tema recae en la voluntad de las ciudades", ha añadido.

"La agencia mediará y ayudará en tareas diplomáticas siempre que haga falta. Somos de reflexión, de hacer normas, de señalar de manera colectiva y coral el norte que nos interesa pero somos también de pico y pala y de arremangarnos para que las cosas puedan suceder", ha rematado.