Perelada Vins i Caves empezará este mes de junio las obras de construcción de una nueva bodega de 18.200 metros cuadrados cuyo diseño ha sido concebido por el equipo de arquitectos RCR, recientemente galardonado con el prestigio premio Pritzker.

Este proyecto supondrá una inversión de 30 millones de euros y se prevé finalizarlo en 2019, marcando un hito para la familia Suqué- Mateu, que busca con esta nueva bodega del Castell de Perelada ahondar en la calidad de sus vinos, impulsar la DO Empordà y enmarcarlo en un edificio atemporal y singular.

Según relató Javier Suqué, presidente de Perelada, en un encuentro con autoridades, la idea de alumbrar una nueva bodega se remonta a 2003 y fue entonces cuando contactaron con el equipo de arquitectos de Olot para, poco a poco, empezar a dar forma, compartiendo ideas, a una realidad que partía de un sueño.

Ahora, el proyecto ha recibido el impulso final y la bodega, con una capacidad de producción de más de dos millones de botellas de vino al año, se levantará en una parcela contigua a 'La Granja', una edificación rural de aires palatinos proyectada en 1941 por Adolf Florensa, situada sobre una plataforma elevada unos 10 metros con respecto al resto de la parcela.

Según detalló el arquitecto Rafael Aranda -que lo ha ideado junto a Carme Pigem y Ramon Vilalta-, la bodega no persigue ser un objeto o gran edificio sino que quiere ser "paisaje", donde el visitante podrá sentir la atmósfera del vino, sentir emoción e integrarse en el entorno, conectando exterior e interior.

Para Suqué, será una bodega pionera e innovadora y representa un gran salto adelante en la búsqueda de la excelencia en el vino, situándose en la vanguardia de la arquitectura y la sostenibilidad.