Esta cronificación ha hecho que las personas atendidas por esta institución necesiten un seguimiento más personal, más exhaustivo y más ayudas, según un comunicado del Obispado de Lleida que cifra en 13.973 las personas atendidas por las tres Cáritas Diocesanas en 2016.

Durante 2016, las tres Cáritas Diocesanas han entregado 511.555 euros en ayudas económicas directas a las familias para cubrir las necesidades básicas: alimentos, suministros del hogar, alquileres y medicamentos.

Estas instituciones han detectado tres aspectos que dificultan la normalización de personas en situación de pobreza: la dificultad para acceder a la vivienda, la cronificación del paro y el rebrote de las drogodepencias.

Las personas atendidas en viviendas sociales han aumentado un 186%, para pasar de 22 a 63 en el último año y se han atendido 1.670 usuarios en el programa de personas sin hogar, lo que representa un descenso del 27% debido a la menor presencia de temporeros.

El programa con más demanda es el de integración laboral y social, que Cáritas hace a través de las diferentes empresas de inserción laboral y fundaciones, y que han registrado un aumento del 10% respecto al año anterior con 4.228 personas.

En sus empresas de inserción trabajan 43 personas, en el último año se han incorporado al mercado laboral 240 personas formadas en sus centros y los servicios de orientación e intermediación laboral.