Un jefe de sala del Centro de Control de Transportes de Ferrocarriles alertó de filtraciones procedentes del AVE el 15 de octubre en la estación de Gornal y que obligaron a cortar durante 21 minutos la vía 1.

El documento que demuestra esto lo esgrimió ayer Artur Mas (CIU) contra el Gobierno de José Montilla para reprocharle que la Generalitat «ocultó» que podía pasar algo cinco días antes del incidente de sábado 20 de octubre que obligó a cortar la C-2 Sur, la C-10 y el servicio de FGC entre plaça España y Avenida Carrilet.

Mas viajó el martes entre Castelldefels y Barcelona para experimentar los problemas de los usuarios.

El 15 de 'octubre, la vía 1 de Gornal quedó «obstruida» por la «entrada de hormigón» en «plena vía» y por «las obras de l'AVE». La circulación de trenes se hizo por la vía 2. Cuatro convoys sufrieron retrasos de entre 7 y 10 minutos y otros cuatro se suprimieron.

Montilla respondió: «No podemos ser agoreros. No sabíamos» que pasaría esto. El consejero de Obras Públicas, Joaquim Nadal, sí reconoció los hechos, pero subrayó que las incidencias no fueron graves y «en caso alguno» hubo peligro para los usuarios.

Debate sobre el colapso

Durante el primer día del pleno sobre el colapso ferroviario, Montilla indicó que nueve de cada diez usuarios de la C-2 Sur utilizan el servicio de autobuses alternativos: 470.000 personas cada semana.

Mañana está previsto que se debata una moción a favor de la destitución de la ministra de Fomento. Todos votarán que sí, menos el PSC.