"En cumplimiento del deber, e independientemente de quiénes cometan los hechos, es deber de nuestros agentes realizar las actuaciones necesarias cuando somos requeridos y asumiendo nuestra obligación. La orden de desalojo no es una decisión unilateral de la Policía, son órdenes que vienen directamente del Ayuntamiento y nuestros agentes la acatan", esgrime el sindicato.

El Sppme, en ese sentido, expone que los manifestantes celebraban su protesta "con objetos que no habían pasado los controles de seguridad", motivo por el cual devino "la orden de desalojo".

"Una vez recibida la orden, nuestros agentes procedieron al desalojo, utilizando la fuerza mínima y protagonizando una actuación limpia. Además, el mando del dispositivo ofreció a los concejales de Participa e Izquierda Unida la posibilidad de quedarse dentro del recinto. Ante tal propuesta, los concejales no quisieron permanecer allí y tuvieron que desalojar el edificio junto a los trabajadores que se estaban manifestando", defiende el sindicato, reclamando "que se cumpla con la seguridad que hay establecida en el Ayuntamiento".

"Las actuaciones desarrolladas han sido exquisitas, caracterizadas por una actuación limpia, y en la que se ha procedido al desalojo para evitar a toda costa la situación de peligro de seguridad que tenía el Ayuntamiento", insiste la organización, que reclama "a todos los partidos políticos que cumplan con todas las medidas de seguridad establecidas", pues "nos encontramos bajo alerta terrorista de nivel cuatro".

POSIBLES "ACCIONES LEGALES"

Dado que tres de los agentes resultaron lesionados durante los altercados, así como varios de los manifestantes, el sindicato está "barajando la posibilidad de emprender acciones legales contra los causantes de dichas lesiones".

El sindicato, así, avala el desalojo acometido este pasado miércoles en el Ayuntamiento, donde el mencionado colectivo de extrabajadores de Lipasam celebraba una protesta sorpresa con idea de iniciar un encierro, después de haber accedido al interior del edificio para reunirse con los ediles de las formaciones de izquierda.

Tras celebrar las citadas reuniones, y sin previo aviso, los extrabajadores temporales de Lipasam se concentraron en el vestíbulo del Ayuntamiento y comenzaron un acto de protesta, sin que mediase un acuerdo cuando los agentes de la Policía Local les pidieron que depusiesen su actitud.

Tras ello, los manifestantes y los miembros de Participa e IU-CA fueron rodeados por la Policía Local y fueron paulatinamente arrinconados hasta la puerta principal del Ayuntamiento, donde finalmente fueron expulsados del edificio, en una actuación que según denuncian estuvo marcada por la "violencia, las patadas, empujones y pisotones".