Con una pista facilitada por el lector Luis López Flores 

Los vecinos de San Rafael de la Albaida conviven a diario con el canal de riego del Guadalmellato, que atraviesa y parte en dos este barrio. Durante todo el año supone un peligro por el caudal, que ya se ha cobrado más de una vida. Pero cuando se seca, los problemas no desaparecen. Ahora mismo, con motivo de las restricciones a los regantes está seco y se ha convertido en un basurero, según critican los residentes, quienes aportan documentación gráfica sobre el estado del canal.

«Se usa de vertedero, provocando la existencia de roedores y plagas de mosquitos cuando se encharca», afirman a 20 minutos. Pero sus problemas no acaban aquí. Una línea de alta tensión cruza en paralelo al canal todo el barrio, «con los riesgos que conlleva para la salud», según explica Luis López, uno de los cerca de 2.000 vecinos  que viven en este lugar.

«Los acerados están rotos y el asfaltado de las calles tiene multitud de remiendos», denuncian los residentes. La teniente de alcalde de Infraestructuras, Rosa Candelario, reconoce las deficiencias y recuerda que se ha mantenido una reunión con los representantes vecinales «para ir arreglando poco a poco todos los problemas del barrio».

Los residentes también  afirman que Sadeco «limpia cuando se acuerda» y los jardines no se cuidan, por lo que presentan «una gran cantidad de basura en los arriates y la zona de columpios». En cuanto a la limpieza del canal, el Ayuntamiento recuerda que es competencia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

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