Miembros de Sodercan en Ecomasa mantuvieron "diferencias" con los gestores y dicen que decisiones llegaban "tomadas"

  • SANTANDER, 6 (EUROPA PRESS)
Comisión de Ecomasa
Comisión de Ecomasa
EUROPA PRESS
Comisión de Ecomasa

Los miembros de Sodercan en el Consejo de Administración de EWI-Ecomasa han reconocido haber mantenido "bastantes diferencias" con los gestores y representantes de la empresa en este órgano, al que, según han dicho, "llegaban ya las decisiones tomadas", razón por la que renunciaron a estar en él además de porque no se les facilitó la información que pidieron sobre el destino del dinero público invertido en el proyecto a través del ICAF en la etapa anterior a su llegada.

Así lo han explicado este martes en la comisión de investigación de Ecomasa en el Parlamento de Cantabria Pedro Labat, Pedro Fernández y Pedro Herrero, que formaron parte, entre aproximadamente septiembre de 2013 y junio de 2014, del Consejo de Administración de Ecomasa, la fallida planta de estufas de Maliaño.

En la sesión de hoy estaba previsto que compareciera también el exdirector general de Sodercan Ángel Pedraja, quien ha excusado su no asistencia alegando "cuestiones médicas", aunque podría acudir otro día si los grupos así lo requieren.

Los tres que sí han acudido han explicado que las "diferencias" con los representantes de la empresa versaban, entre otras cuestiones, sobre los informes económicos que se les exponían y que -han dicho- dibujaban un "futuro esperanzador" para la compañía.

También han respondido afirmativamente cuando el diputado del PRC Francisco Ortínz les ha preguntado si los gestores de la empresa "recelaban" de su presencia en el Consejo de Administración de Ecomasa y nos les veían con "muy buenos ojos".

En la comisión, han explicado que cuando Sodercan entró en Ecomasa el proyecto estaba ya "bastante avanzado" y, a través del ICAF, ya se había aportado una parte importante de los 18 millones de dinero público que llegaron a invertir de las arcas regionales más unos 3 millones de euros aportados por Teka por las indemnizaciones de los trabajadores despedidos de la fábrica de electrodomésticos de Cajo y que fueron contratados por la planta de estufas.

Según se ha señalado en la comisión, en el momento de la llegada de estos representantes de Sodercan al Consejo de Administración de Ecomasa ya se habían aportado, entre el Gobierno de Cantabria -a través del ICAF- y Teka, más de 13 millones de euros.

UN "ENFERMO CON MALA PINTA"

Los comparecientes han explicado que Sodercan entró en Ecomasa cuando un cambio normativo impidió que el ICAF, que era al que hasta ese momento estaba aportando el dinero público, invirtiera en proyectos privados.

De esta forma, Sodercan fue en este proyecto una "empresa instrumental" ya que no invirtió -hasta casi el final del proyecto- dinero de su presupuesto en Ecomasa, sino que era el ICAF el que prestaba a la Sociedad de Desarrollo Regional el dinero que luego aportaba a este proyecto empresarial.

Labat, letrado asesor de Sodercan y secretario del Consejo de Administración de esta sociedad pública y secretario no consejero en el Consejo de EWI, ha aclarado que la entrada de Sodercan en Ecomasa se produjo tras "informes favorables" de los técnicos y tras un informe del ICAF -que era el que había seguido el proyecto "desde el minuto cero"- que "determinaba que la operación había que hacerla".

A su vez, Pedro Fernández, director de Servicios Centrales, Financiero, Empresas Participadas, Desarrollo Internacional y Captación de Inversiones de Sodercan y vocal en el Consejo de Ecomasa, ha explicado que su departamento hizo un informe financiero pero "en base" al informe "exhaustivo" informe económico realizado por el ICAF, que era el que, según ha dicho, había seguido el proyecto "desde el minuto cero".

Por su parte, Herrero, que era responsable de Innovación de Sodercan cuando la sociedad entró en Ecomasa, ha explicado que cuando entraron en el Consejo de Administración de esta compañía ya existían en la empresa "tensiones" y "problemas" de Tesorería. Además, en esos momentos la planta de Maliaño aún no había hecho "un solo producto" para la venta.

Así, han reconocido que el momento en que Sodercan entró en Ecomasa era "complicado" puesto que ya era un "enfermo con mala pinta". A pesar de ello, han asegurado que, dado que en este proyecto se había invertido ya una cantidad importante de dinero público, se optó por, en lugar de mandar directamente a este "enfermo"

al "tanatorio", invertir más fondos en él para "mantenerlo en la UVI" e intentar "sacarlo adelante".

Así, han asegurado que cuando entraron en el Consejo de Administración de esta empresa pusieron "el 100%" para tratar que la empresa fuera "viable" y realizaron un "control exhaustivo" del dinero público que, a partir de ese momento, se ponía en él, labor que han reivindicado.

CREEN QUE EL MOMENTO DE COMPRAR LA COMERCIALIZADORA NO FUE EL "OPORTUNO"

Estos tres representantes de Sodercan en el Consejo de EWI han señalado que cuando llegaron la empresa acababa de comprar a la compañía francesa Wanders para que se encargara de comercializar en el mercado europeo los productos que se iban a fabricar en la planta de Maliaño, que

fue una de las operaciones que supuso pérdida de dinero público.

Han explicado que ellos "nunca estuvieron de acuerdo" en que dicha comercializadora se comprara "tan pronto". "Era el caballo que tuvimos siempre", han afirmado en su comparecencia.

Y es que, aunque consideraban que era una "estupenda" idea que Ecomasa consiguiera una comercializadora en uno de los lugares donde, según se preveía, iba a tener uno de los principales mercados, creían que el momento "no eran el oportuno" dado que la empresa aún no había comenzado a producir.

Según el ejemplo que han puesto, era como comprar una tienda "en el mejor sitio de Santander" pero sin tener aún el producto "para poner en las estanterías".

Han explicado que en los cerca de nueve meses que estuvieron en el Consejo de Administración vieron que la situación de la compañía no mejoró e, incluso, se agravó.

SIN INSTRUCCIONES POLÍTICAS

Sí han asegurado reiteradamente que no recibieron ninguna instrucción política por parte del Gobierno de Cantabria ni del entonces presidente regional, Ignacio Diego (PP).

En relación a su renuncia cuando no se había cumplido ni un año de su llegada al Consejo de Administración de Ecomasa, han explicado que "a finales de 2013 o principios de 2014" les surgieron algunas "dudas" acerca del destino del dinero público que desde el ICAF se había destinado a este proyecto y pidieron a los representantes de la empresa información al respecto que, según han dicho, no se les facilitó.

Han relatado que desde la empresa se les dijo que se les aportaría información sobre lo acontecido desde su llegada pero no sobre un periodo anterior pues ésta ya la tenía el ICAF.

Esto unido a que "al Consejo de Administración (de Ecomasa) llegaban ya las decisiones tomadas" les hizo presentar su renuncia porque, según ha explicado Fernández, "no tenía sentido" formar parte en el Consejo de Administración de una sociedad si no participaban en la toma de decisiones.

Han explicado que en el primer trimestre de 2015, meses después de su renuncia, les convocaron, junto a técnicos de Sodercan y del ICAF, en una reunión en la sede del Gobierno de Cantabria presidida por Diego en la que le expusieron "cómo estaban las cosas" en Ecomasa.

Sin embargo, han asegurado desconocer cuáles fueron las "conclusiones" de esa reunión "larga y tediosa", en la que también participaron técnicos el entonces consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Eduardo Arasti, que por su cargo ostentaba también la Presidencia de Sodercan, y la de Economía, Hacienda y Empleo, Cristina Mazas, que presidía el ICAF.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento