No sólo el edificio del Mercado Central de Abasto experimentará una profunda transformación cuando hayan acabado los trabajos de rehabilitación. También todas las calles adyacentes del entorno, según ha explicado la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, durante su visita a la plaza de abasto, que pretende convertir en el motor comercial del casco histórico de la ciudad.

El trazado del acerado del entorno será modificado y se instalarán pilones retráctiles para posibilitar la carga y descarga en aquellas zonas donde esté restringido el acceso de vehículos, se sustituirán todas las farolas ahora de báculo por otras de pie, con mejor iluminación, y se instalaran puestos de hierro forjado y acristalado en la aledaña plaza Guerra Jiménez, donde se ubicará a los detallistas que antaño ocupaban todo el perímetro exterior del mercado.

Mientras tanto, en el interior de la plaza de abasto ya se ha demolido el 85 por ciento de lo que corresponde, se ha rebajado el suelo para instalar la solería y se han preservado los soportales de la estructura perimetral, donde se instalarán puestos modernos como los del también mercado municipal Virgen del Rosario.

La alcaldesa manifestó su convicción de que el nuevo mercado estará listo en dieciséis meses, cumpliendo escrupulosamente con el plazo de ejecución anunciado.

La estructura y apariencia la fachada será respetada para permitir su integración en el castizo entorno. Mientras los detallistas siguen reubicados, en tanto en cuanto terminan los trabajos de rehabilitación, en dos carpas prefabricadas instaladas en la Plaza Guerra Jiménez y el espacio situado junto al edificio de Correos.

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