Arquitecto que trabajó para Ciegsa dice que le obligaron a cambiar la carpintería de un centro por otra más cara y peor

  • VALÈNCIA, 5 (EUROPA PRESS)

El arquitecto Jaime Prior i Llombart ha apuntado este lunes que trabajar con la Conselleria de Educación o con Ciegsa en la construcción de centros era "casi como el agua y el aceite" porque la Conselleria trabajó "con la ley, con criterio recto y sencillo", mientras que Ciegsa "no", pues "a veces" se hacían las cosas "dentro de la ley de administraciones" y "a veces no", aunque ha precisado que nadie le pidió que cometiera ninguna ilegalidad. Como ejemplo, ha explicado que en un centro en l'Alcora (Castellón) le obligaron a cambiar toda la carpintería por otra más cara y peor.

Prior ha señalado que "los proyectos tenían una supervisión intensa en Ciegsa, pero no era la misma que la Conselleria a nivel técnico; las motivaciones de la Conselleria eran muy argumentadas y muy legales, tenían más razón que un santo; las de Ciegsa tenían un toque de discrecionalidad", ha subrayado durante su comparecencia en las Corts en la Comisión de Investigación de las actividades de la empresa pública Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat Valenciana, SA, (Ciegsa), -creada a raíz de un informe de la Intervención que detectó más de mil millones de euros en sobrecostes-.

"Era otra cosa absolutamente diferente que no se ajustaba estrictamente a lo que era la ley de contratos, me imagino que porque así se podía hacer", ha concretado. Prior, que realizó tres encargos para Ciegsa mediante concurso público -tres centros en l'Alcora, Xilxes y Viver-Jérica (Castellón), ha reconocido que los tres proyectos experimentaron "reformados" -modificaciones en el proyecto inicial- que supusieron sobrecostes, a su juicio, algunos injustificados.

Entre ellos, ha citado el cambio en la carpintería en el instituto de l'Alcora de nueva construcción, cuyo contrato se firmó en el año 2000. "Yo tenía prevista una carpintería exquisita y no les venía bien; motivos para cambiarla, ningunos. La propiedad quería cambiarla; era como pasar de un Mercedes a un Peugeot y te costaba más caro", ha destacado.

El arquitecto ha manifestado que, en este caso, el proyecto del centro en l'Alcora "no tenía holgura para un reformado" -al menos no superior al 10% que contempla la ley de contratos- y su empresa, que dirigía el proyecto y defendía no realizar cambios, "tenía el respaldo de los técnicos de la Conselleria" que en ese momento supervisaban las obras.

No obstante, ha asegurado que "llegó una persona, que no sé quién la enviaba, era de rango superior a estos técnicos, y todo el caballo de batalla era que yo tenía prevista una carpintería exquisita y no les venía bien", ha explicado Prior, quien ha agregado que esto significó "una desautorización" para él y para los técnicos de la Conselleria, quienes, según ha señalado, "no aparecieron en el resto de la obra" a partir de ese momento, cuando hasta entonces lo hacían a diario.

ECHÓ EN FALTA "FIRMEZA RACIONAL" EN CIEGSA

En relación a los proyectos de centros en Xilxes y Viver-Jérica, ha recordado que en un principio ambos contratos se firmaron con la Conselleria a finales de los años 90 y, posteriormente, tras la creación de Ciegsa, se firman con la empresa pública.

En el primer caso, "se comportaron de una manera espléndida, pero a mitad de obra, que en principio no necesitaba reformado, llegó una nota de Ciegsa que decía que por escrito del Ayuntamiento había que incorporar el polideportivo -que en un principio había propuesto incorporar el arquitecto pero se había rechazado- y un juego de 'pilota valenciana'", por lo que "entonces se tuvo que hacer y eso no entraba dentro del 10% -de la ley de contratos- ni de coña", ha afirmado.

En Viver-Jérica, ambos ayuntamientos rechazaron la ubicación propuesta por Prior y pedían que el centro se ubicase entre ambos términos municipales, pese a que, a juicio del arquitecto, la situación planteada inicialmente era la más adecuada. "En aquel momento eché de menos firmeza racional por parte de Ciegsa, había argumentos de sobra para la ubicación inicial, dejarse llevar por esa visceralidad; los técnicos de Ciegsa estaban de acuerdo en que era una cosa kafkiana y sacada de la España del siglo XIX", ha manifestado.

ADJUDICACIÓN A UNA TRABAJADORA DE CIEGSA

Jaime Prior, que se presentó a "muchos concursos", ha explicado que en una ocasión, en 2009, se quejó por no haber resultado seleccionado para realizar una asistencia técnica pese a que, según ha apuntado, presentaba la oferta más económica. Por este motivo, solicitó a Ciegsa los motivos del rechazo de su oferta.

"Recibo un fax llamándome pesado, más o menos, qué quería decir eso de tanto preguntar", ha relatado el arquitecto, quien ha asegurado que mantuvo una reunión personal "particularmente desagradable" con el consejero de Ciegsa Álvaro Esteso en la que este le manifestó que no le iba a facilitar la resolución, por lo que Prior decidió recurrir al Síndic de Greuges, quien reclamó a Ciegsa la resolución, que no se le envió hasta un año después de la adjudicación del contrato y sin la motivación correspondiente.

"La adjudicataria era Beatriz García Figueruelo", que según Prior "trabajaba en Ciegsa", un hecho que le llamó la atención, aunque decidió no iniciar un contencioso porque no lo vio "conveniente" y porque el contrato de la persona adjudicataria "ya había pasado".

"SOLO HAY QUE VER COMO SE HAN ADJUDICADO PROYECTOS"

Preguntado por el PP sobre si desde Ciegsa le habían pedido que cometiera algún tipo de ilegalidad, el arquitecto ha reconocido que no, pero ha matizado que quizá porque también "sabían mi contestación". "Sé que había obras que se licitaban de forma pública, pero había otras que no, no sé el motivo ni la forma", ha destacado Prior, quien ha reclamado que se estudie el historial de las empresas que se presentan a los concursos a la hora de adjudicar obras.

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