Ahora, las personas que quieran apuntarse lo podrán hacer en las casetas instaladas junto al edificio, aún en obras, en la esquina de la carretera de Rueda con la calle Felipe Sánchez Román. A diario están allí de 9 a 21 h, los sábados de 10 a 14 y de 16 a 20 h y los domingos sólo por la mañana.

La matrícula cuesta 30 euros y luego tienen que pagar una cuota mensual de 30 euros, o de 20 1 por persona para abonos familiares, menores de 18 años y mayores de 65. A quienes vayan sólo por las mañanas les costará 23 euros.

Estas tarifas las controla el Ayuntamiento ya que, aunque lo gestiona una empresa privada, está construido en suelo municipal, con el modelo de concesión administrativa, como el que hay en El Palero.

El centro dispondrá de 150 trabajadores, entre monitores, personal de atención al público, limpieza...

El edificio, construido por la empresa Urva4 ha requerido una inversión de 20 millones de euros. Para recuperarla necesitan destinar íntegramente la tarifa de los 16.000 socios durante cuatro años.

Los gimnasios de la ciudad, que llevaron los centros deportivos a los tribunales por competencia desleal, ya no los ven como peligro para su futuro.

«La experiencia con el Palero nos dice que no va a hacer tanto daño como creíamos y mucha gente que se apuntó allí ha vuelto porque quiere un trato de calidad y un monitor que les guíe. En estos macrocentros no lo encuentran», indicó el presidente de la asociación de gimnasios de Valladolid, Ignacio Arranz.

Qué tiene el centro

Piscinas: Tiene cuatro cubiertas y dos exteriores.

170 máquinas: Cintas para correr, pesas, cardiovasculares...

Pista de hielo: Podrán entrar personas que no sean socios.

‘Spa’: Piscina de chorros, baños de vapor...

‘Paddle’: Cinco pistas cubiertas y dos exteriores.

Guardería: Para los niños mientras hace deporte.