El arresto se produjo el pasado miércoles en una caseta de Guardamar de la Safor, después de que diferentes chiringuitos de playa de Gandia denunciasen, por un lado, cuatro robos con fuerza en la madrugada del día 10 en el transcurso de aproximadamente una hora, y por otro, dos hurtos más el día 16 de mayo.

Los agentes averiguaron que se había fracturado el candado o bombín de puertas y ventanas de los chiringuitos para acceder a su interior y robar dinero, equipos informáticos, aparatos electrónicos o botellas de licor, entre otros objetos. En dos de los locales los ladrones accedieron dos veces, y de uno de ellos se apoderaron de una cubitera donde guardaban las propinas.

Los policías averiguaron que los robos eran cometidos por dos personas: mientras una accedía al interior, la otra se quedaba fuera, y el que entraba al local ocultaba su rostro y las manos con guantes.

Como consecuencia de las investigaciones, los policías establecieron diversos dispositivos de vigilancia que permitieron identificar al sospechoso y detenerle cuando se encontraba en una caseta. Los agentes intervinieron unas zapatillas y una sudadera que coincidían con la ropa que presuntamente habría llevado el día de los robos.

El sospechoso, con antecedentes policiales y de origen español, ha pasado a disposición judicial, mientras que la Policía Nacional prosigue con sus investigaciones para esclarecer todos los robos.