Así lo ha indicado la empresa cordobesa 'B-Wit' en una nota, en la que ha señalado que, en el mundo de la educación, son muchos los que destacan la importancia de aprender ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas jugando, haciendo que aprender sea un divertido juego, mientras los alumnos resuelven problemas del mundo real aplicando los conocimientos que van descubriendo en su camino.

Si a todo esto se le suma el trabajo en equipo, la resiliencia, el desarrollo personal, la cooperación y la comunicación "podemos hacernos una idea muy aproximada de lo que es la FLL", según ha expresado 'B-Wit', que ha agregado que los jóvenes cordobeses han estado acompañados en su aventura por dos padres, su entrenador y por la directora general y en este caso directora del proyecto, Laura Aguirre.

Para llegar allí se han creado dos equipos de trabajo de padres para apoyar el desarrollo. Así, uno de ellos que ha trabajado en la intendencia y en la organización del viaje con la Universidad de Arkansas, y el otro ha colaborado en la búsqueda de ayudas y recursos económicos para llegar hasta allí, para lo que pusieron en marcha el proyecto '1BilleteparaArkansas'.

Respecto a la competición, ha habido tres pruebas. En el proyecto científico, el equipo cordobés ha llegado hasta la segunda ronda, mientras que, en cuanto al diseño y programación del robot, su participación ha sido "intensa pero discreta", pues los desequilibrios del robot en el viaje de más de 12.000 kilómetros "han pasado factura".

Por otra parte, en la prueba de valores, los jóvenes cordobeses han sido "muy reconocidos por su cortesía profesional", siendo uno de los equipos que han logrado realizar el 'Reto 67', que consistía en fotografiarse, conocer y saludar a los 67 equipos. Aún así, la "mayor recompensa y premio ha sido este viaje, la experiencia vivida y las nuevas amistades".