Tras solicitar apoyo a través de la Central Operativa 062 de Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para que acudieran al lugar, comprobaron que, además de carecer de la documentación necesaria, la merluza no cumplía con los requisitos de talla mínima fijado para las capturas en el Golfo de Cádiz fijado en 27 milímetros y era transportada en un vehículo no isotermo.

A su vez, fue solicitada la presencia de los inspectores de Pesca de la Junta de Andalucía que intervinieron la carga y el vehículo quedando a disposición de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, y se confeccionó la correspondiente acta-denuncia al propietario del vehículo.

La pesca y el consumo de pescado de talla inferior a la reglamentaria afecta gravemente al sostenimiento de los caladeros y al futuro del sector pesquero ya que se impide que los peces lleguen a la edad adulta para poder reproducirse, señalan desde la Guardia Civil.

Una vez realizados los controles sanitarios pertinentes que garantizan su consumo, serán donados a centros de beneficiencia o bancos de alimentos.