Según indica la Policía en nota de prensa, la investigación se inició con la denuncia de los propietarios de una vivienda del barrio de Laviada que daban cuenta de que su empleada de hogar había forzado las huchas de los niños y se había apoderado de la mayor parte del dinero que contenían, unos 600 euros en cada una.

Las huchas estaban guardadas en la parte trasera de los armarios de los pequeños, semiocultas y fue necesario utilizar un destornillador para poder apropiarse del dinero. Además la dueña de la vivienda se percató de que también habían desaparecido cadenas, pendientes y varios colgantes de su joyero y del de su hija

Los investigadores del Grupo II de la Policía Judicial de Gijón

detuvieron ayer a la denunciada que había admitido ante sus jefes haber cogido el dinero de los menores por necesidades económicas. Manifestó que en los últimos meses había ido reintegrando pequeñas cantidades para compensar, ya que sabía que no era habitual que se comprobase la existencia de ese dinero.

En la hucha del niño había dejado 105 euros y varios céntimos y en la de la niña 70 euros. Asimismo la mujer negó haberse llevado las joyas y desconocer los motivos por los que no se encontraban en los joyeros de la casa .Los agentes continúan con la l investigación para determinar el destino de las joyas sustraídas y proceder a su recuperación.