Feral ha lamentado que siga en vigor el corte de agua que desde el pasado jueves afecta a la zona, máxime cuando desde el pasado fin de semana algunas fincas "han agotado sus reservas de agua embalsada y está previsto que en las próximas horas tengan que arrancar la plantación", según han advertido en una nota.

Cabe recordar que la entidad inició el pasado viernes conversaciones con la Junta para gestionar una autorización de uso de recursos hídricos de pozos y de agua desalada de Carboneras y Almería para paliar el corte de suministro, sentido en el que agradecieron la "sensibilidad" de la delegada de la Junta en Almería, Gracia Fernández, quien "ha impulsado la búsqueda de soluciones alternativas a través de la posibilidad de utilizar otros recursos hídricos distintos a las aguas regeneradas". "Por el momento, no hay respuesta oficial a dichas peticiones", han indicado.

No obstante, y tras no haber conseguido obtener nuevas aguas de riego, han avisado de que "las fincas con balsas más grandes aún tienen autonomía de riego para uno o dos días más, aunque también se verán obligadas al arranque total de las plantaciones si la Consejería de Medio Ambiente no desbloquea antes esta lamentable situación", han dicho.

Asimismo, han asegurado que "los más de 30.000 metros cúbicos de agua que cada día han dejado de recibir los agricultores del Bajo Andarax se vierten directamente al mar sin ningún tipo de aprovechamiento, a pesar de ser aguas depuradas en la estación de El Bobar y por cuyo tratamiento pagan un canon todos los ciudadanos".

En situación de normalidad, esas aguas depuradas son las que riegan el Bajo Andarax después de recibir el correspondiente tratamiento de desinfección en la planta que gestiona en Viator la Comunidad General de Usuarios de Aguas de Almería (CGUAL).

A juicio de Feral, la decisión adoptada por la Consejería de Medio Ambiente "provoca un grave deterioro de la imagen que el sector agrícola almeriense está trasladando al exterior en estos momentos, especialmente en aspectos como la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente".

Para los regantes, la "preocupación" y el "nerviosismo" están "haciendo mella entre los agricultores afectados, que no reciben agua de riego desde el pasado jueves", según han abundado antes de asegurar que "en el campo nadie entiende que la Consejería de Medio Ambiente haya decidido cortar el agua sin asegurar antes otro recurso alternativo que garantice la supervivencia de las cosechas". "Ha sido una decisión precipitada", han apostillado.

"Sean cuales sean los presuntos incumplimientos administrativos de los gestores de la red de distribución de aguas regeneradas está claro que no se puede dejar sin riego a miles de explotaciones agrícolas que se encuentran en plena campaña de tomate, melón y sandía", ha dicho el presidente de Feral, José Antonio Fernández.