En nota de prensa el Ministerio Fiscal sostiene que el acusado realizó labores de jefe de la víctima en una estación de servicio de Castropol desde el día 1 de julio de 2015 y hasta el mes de enero de 2016, fechas en las que ella trabajó allí.
El acusado, durante todo ese periodo, "la sometió a insultos y vejaciones de carácter sexual, le gritó y la menospreció en público y delante de sus compañeros de trabajo. En concreto le dirigió expresiones tales como "ven lavada y follada, ven limpia y pintada, inútil, gocha, no vales para nada, aún vales para ver, tienes que follar más", llegando en una ocasión a tocarle las nalgas.
En otra, le arrojó el ordenador de la máquina registradora cuando solicitó ayuda a un compañero y, en Navidad, cuando la víctima le pidió que llevara árbol y adornos, le contestó "que él tenía el palo y las bolas, si le valían".
A consecuencia de estos hechos, la empleada sufrió una agudización del cuadro depresivo que padecía, debiendo permanecer en diversas ocasiones y por diversos periodos de baja laboral.
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